'Quería morirme, pero no podía dejar a mis hijas'

"Me ayudaron a encontrarme a mí misma y... regresé", dice sonriendo Lorena, una mujer que vivió 25 años de violencia en su matrimonio.

Sentada con las manos entrelazadas, platica su terrible experiencia y el apoyo que recibió en el Centro de Justicia para la Mujer de Torreón, para salir del círculo de violencia.

"Había violencia verbal, me decía que era una inútil, que no sabía hablar, ni podía hacer nada bien. También había violencia física, un día me pegó tanto en la cara que me la desfiguró, me rompió el tabique de la nariz, yo no me podía defender", recuerda.

Fueron 25 años los que, dice, vivió sin vivir. "Quería gritar y no podía hacerlo, quería morirme, pero no podía dejar a mis hijas y le temía a Dios, pensé que no tenía otra opción más que aguantar".

Cuando el Centro de Justicia abrió sus puertas, hace un año, Lorena vio una posibilidad de salir de ese proceso, pero tenía miedo. Y es que cuenta que hace años pidió apoyo en el DIF, pero la enviaron con un psiquiatra.

"Cuando se inauguró yo pasaba y sentía temor, vergüenza, desconfianza, una vez decidí entrar y pedí ayuda psicológica. Mi sorpresa fue que iría más allá, pues me ayudaron a conocerme y valorarme como mujer, a encontrar mis objetivos y mi lugar en la sociedad, me han ayudado a conocerme y a salir adelante". Lorena sigue casada, pero las condiciones son distintas. La mujer ha puesto límites y su esposo los ha respetado, no ha habido más agresiones y sabe que en el momento en que las haya, irá directo a la cárcel y el divorcio será definitivo. "Él sabe que no estoy sola, que tengo un respaldo, todas lo tenemos, sólo es cuestión de pedir ayuda", finaliza.