Varios de los amigos y familiares de Armando René Aguilar Ramos se juntaron para celebrar una tirada amistosa de homenaje póstumo. (Especial)
Cerca de medio centenar de tiradores se juntaron para despedir en un homenaje póstumo a Armando René Aguilar Ramos, un excelente tirador y ser humano.
El Campo de Tiro de Gómez Palacio sirvió para rendirle honores a una persona que además de su característico sentido del humor, tenía una puntería infalible tanto con la pistola como con el rifle.
Y es que Armandito, como era conocido por amigos y familiares, inició su pasión por el tiro deportivo desde pequeño, gracias a la herencia materna que tuvo de su abuelo, don Óscar Ramos Clamont.
Además de ser gran tirador, Aguilar Ramos practicó tanto la pesca como la caza, disfrutando de inolvidables momentos de triunfos y camaradería con sus amigos de la infancia.
En la época navideña se realizaban las tradicionales tiradas de pavo y pierna, donde siempre sobresalió, por lo que en su casa continúan innumerables trofeos y reconocimientos por sus triunfos.
Las victorias se las dedicaba a su esposa Lillián de León, ya sea en competencias en la Comarca Lagunera, la Perla del Guadiana, Tepic, Nayarit, y Fresnillo, Zacatecas.
A sus 38 años se marchó, dejando gratos recuerdos a su padre Guillermo Aguilar; sus hermanos Billy y Alejandro, sus cuñadas Wendy, Brenda y Chuy, su suegra Pily, además de sobrinos y amigos.