Tributo. Guadalajara rinde homenaje al pintor con una exposición en el Instituto Cultural Cabañas.
La obra del pintor y escritor Dr. Atl, considerado el ideólogo del muralismo mexicano y maestro de Diego Rivera, es el centro de la exposición "Rotación cósmica" que se presenta en el occidental estado mexicano de Jalisco para conmemorar los 50 años de su muerte.
El Dr. Atl, cuyo nombre real era Gerardo Murillo Cornado (1875-1964), es considerado uno de los pilares fundamentales del México del siglo XX, no sólo por su trabajo artístico que incluyó la plástica y la literatura, sino por su influencia política y social, dijo Carlos Ashida, curador de la muestra, que estará abierta hasta febrero de 2015.
FORJA SU HISTORIA
"Tenía un posición ideológica y filosófica muy peculiar. Dejó una huella importantísima más allá de lo pictórico. Fue el primero en entrar en contacto con las grandes vanguardias de Europa de principios de siglo y lo supo plasmar en México", explicó.
La muestra, que tiene como sede el Instituto Cabañas de Guadalajara, capital de Jalisco, está compuesta por 75 piezas entre pinturas, dibujos, fotografías y documentos procedentes de entidades mexicanas como el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Centro Cultural Tlatelolco y el Museo de Arte Contemporáneo Alfredo Zalce, así como de coleccionistas privados.
Europa marcó al artista no sólo en lo ideológico; en 1897, durante su viaje en barco hacia ese continente cambió su nombre a "Atl", que en lengua náhuatl significa agua.
Tiempo después su amigo, el poeta argentino Leopoldo Lugones, le agregó el "Dr." por el título de doctor en filosofía que tenía el mexicano.
En Europa estudió con figuras del pensamiento y la literatura como Antonio Labríola, teórico del marxismo, el sociólogo Émile Durkheim y Henri Bergson.
Se gesta el movimiento
Gerardo Murillo dejó huellas indelebles en los jóvenes pintores que acudían a la Academia de San Carlos, entre ellos Siqueiros, José Clemente Orozco y Diego Rivera.
Fue el carácter carismático, elocuente y arrebatado de Murillo lo que hizo que los artistas se organizaran en una sociedad que muchos consideran el origen del muralismo. Esta corriente tuvo como antecedente el mural que Atl pintó en la Preparatoria Nacional y la gran exposición de 1910, en la que Murillo convocó a los jóvenes a contrarrestar la muestra que Porfirio Díaz había organizado con pintores españoles en conmemoración del centenario de la Independencia.