Después de participar México en tres Copas del Mundo, la de Uruguay 1930, Brasil 1950 y Suiza 1954, nuestra Selección Nacional obtuvo su primer punto hasta el Mundial de Suecia 1958, tras nueve derrotas consecutivas. Habían transcurrido 28 años desde su debut en esta justa deportiva y sólo habían perdido.
Por ello el 11 de junio de 1958 es histórico para el futbol mexicano. Ese día, ante 18 mil aficionados en el Estadio Rasunda de Solna, Suecia, se conseguía por fin lo que durante tantos años buscaron: un punto en un Mundial.
En la Copa del Mundo de 1958 los grupos no se formaron por sorteo, sino que fueron acomodados por la FIFA en beneficio del país anfitrión Suecia, al que le fueron asignados dos rivales a modo: México y País de Gales.
El 8 de junio de 1958 nuestra Selección Nacional abrió las hostilidades contra Suecia y perdió por tres goles a cero, mientras que País de Gales había empatado frente a Hungría, lo que no hacía nada fácil el partido para los mexicanos.
Además, en las filas de la selección de Gales militaba John Charles, uno de los mejores delanteros del mundo en ese entonces y campeón goleador de la Liga italiana.
Sin embargo, ese día México saltó a la cancha con la mentalidad de "ahora es cuando'' y salió con todo a conseguir su primer punto. Casi todo el público apoyaba a los nuestros, tal vez por considerarlos como los más débiles.
Los pronósticos británicos predecían que Gales ganaba por seis a cero, incluso, cerca de 200 marineros que visitaban Estocolmo se colocaron atrás de la portería de Antonio Carbajal para no perderse la media docena de anotaciones que, supuestamente, iba a recibir "La Tota''.
La Selección Nacional alineó ese histórico día con Antonio "La Tota'' Carbajal en la portería, Jesús del Muro, Jorge Blanco y Miguel "El Mulo'' Gutiérrez en la defensa, Raúl "El Güero'' Cárdenas y Panchito Flores en el medio campo, Jaime "El Flaco'' Belmonte, Salvador Reyes, Carlos Blanco, Carlos González y Enrique Sesma en la delantera, en ese entonces se jugaba el 3-2-5. Era un equipo ofensivo.
Fue un magnífico encuentro, una y otra vez México llegaba al área enemiga, pero el gol no se hacía presente. Fue un partido de gran velocidad por parte de ambos equipos y de gran intensidad para los mexicanos, al ver que el gol no caía, y cuando cayó fue para Gales, al minuto 32 por conducto de Allchurch, así terminó la primera mitad.
El segundo tiempo fue de dominio alterno, los mexicanos atacaban con todo, Salvador Reyes, Carlos Blanco, Carlos González y Enrique Sesma se estrellaban una y otra vez en la defensa de Gales, un disparo de Carlos Blanco pegó en el travesaño y salió por un lado de la portería enemiga.
Los mexicanos, desesperados, veían cómo transcurría el tiempo, pero en el minuto 86, a cuatro del final, Carlos Blanco se internó por la banda izquierda y en una triangulación pudo centrar hasta donde llega "El Flaco'' Belmonte, quien remató de cabeza para anotar el gol del empate.
Los últimos cuatro minutos fueron los más angustiosos para el equipo mexicano, pero Antonio "La Tota'' Carbajal se fajó como los grandes. El árbitro yugoslavo Lemesic silbó el final del partido y ¡México conseguía su primer punto en Copas del Mundo!
Los jugadores mexicanos se abrazaron al término del encuentro y "El Flaco'' Belmonte salió en hombros, era el héroe nacional del momento. La noticia llegó a México a través de la Radio por los cronistas Fernando Marcos y Agustín González, "Escopeta'', ya que en ese entonces los partidos no se transmitían por televisión.
En México se vivió una gran algarabía por el primer punto obtenido en un Mundial y el gol anotado por Jaime Belmonte, que fue calificado por la prensa mexicana como "El Héroe de Solna'', apodo que lo acompañaría a lo largo de su vida.
Fue tal la algarabía por el gol de Belmonte, que no faltó quien pidiera la construcción de una estatua de Jaime en el Zócalo de la Ciudad de México, afortunadamente la idea no prosperó. Ese año salieron a la venta los Cigarros Belmonte, que no duraron mucho en el mercado, fueron de los primeros con boquilla.
El día en que la Selección Nacional regresó a nuestro país fue recibida en el aeropuerto por una multitud, que levantó en hombros a Jaime Belmonte, quien fracasó en su intento de pasar desapercibido al ponerse el abrigo del técnico Ignacio Trelles, sin embargo, fue descubierto por los aficionados y paseado en hombros por los pasillos del aeropuerto capitalino.
¡Hasta la próxima!
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