Chivas enfrentará a Monarcas Morelia en el Estadio Omnilife. (ARCHIVO)
Pasado el susto, se relaja la seguridad. El operativo implementado la tarde de este domingo, en las afueras del Estadio Omnilife, para el partido entre Chivas y Morelia, dista mucho de ser tan estricto como el de hace dos semanas, durante el Clásico Nacional.
De entrada, en la periferia ya no se realiza una inspección de auto por auto. Ahora, los agentes destinados a esos puntos, en su mayoría de seguridad privada, hacen una revisión "a criterio"; es decir, sólo eligen algunos vehículos, mientras que los demás pueden avanzar sin problema alguno.
En la taquilla se venden boletos con normalidad, por lo que esta vez si pueden llegar hasta el estadio los aficionados que no tengan entradas compradas previamente, a diferencia de lo que ocurrió 15 días atrás, para el Guadalajara-América.
El Clásico Nacional se disputó apenas unos días después de la sangrienta batalla entre barristas de Chivas y policías municipales, en el Estadio Jalisco. Por eso, se hizo hasta lo imposible por permitir la entrada de integrantes de dichos grupos de animación.
Pero este domingo, previo al duelo entre el Rebaño Sagrado y el Morelia, las medidas ya no son tan estrictas. Sí se mantienen en los accesos principales los detectores de metales, pero las revisiones parecen más de rutina. Las banderas portadas por niños esta vez sí pueden entrar, a diferencia del duelo anterior, cuando se les tenía que quitar el palo sin importar quién las llevara.
Así, el Estadio Omnilife comienza a poblarse, pero esta vez sin las estrictas medidas de seguridad que se vivieron dos semanas atrás, cuando el susto tras los lamentables actos de violencia todavía estaba fresco.
