De acuerdo con la Fundación UNAM, los 'endulzantes artificiales pueden alterar la capacidad natural del cuerpo de regular la ingesta calórica basándose en la dulzura de la comida (...)'. (ARCHIVO)
Su publicidad te compromete a consumirlos y seguramente muchas veces los habrás incluido o conocerás a alguien que no deja de considerarlos cuando está a dieta, sin embargo, irónicamente, beber refrescos dietéticos cuando se busca perder peso, sólo te pondrá en mayor riesgo de obesidad.
De acuerdo con la Fundación UNAM, que cita una investigación realizada por el Centro de Ciencias de la Universidad de Texas, mientras más refrescos de este tipo bebe una persona, más grande es su riesgo de padecer obesidad.
Lo que es más, con consumir más de dos latas al día, este riesgo se incrementa hasta en un 500 por ciento.
Según la fuente citada, esto se debe a que "los endulzantes artificiales pueden alterar la capacidad natural del cuerpo de regular la ingesta calórica basándose en la dulzura de la comida. Ello significa que quienes beben estos refrescos dietéticos tienden a comer demás, debido a que se engaña al cuerpo y este cree que se está consumiendo azúcar, lo cual genera un círculo vicioso de pedir más y más".