El gobernador del estado estadounidense de Tennessee, Bill Haslam, firmó este jueves una ley que reintroduce el uso de la silla eléctrica en caso de escasez de inyecciones letales, informaron ayer los medios locales.
En pleno debate nacional sobre los métodos con que se aplica la pena de muerte tras algunas ejecuciones accidentadas en los últimos meses, Tennessee se convierte en el primer estado de Estados Unidos en dar un paso que ya se había debatido en otros, como Virginia. La nueva norma obligar a los presos en el corredor de la muerte a ser ejecutados en la silla eléctrica si las autoridades penitenciarias del estado no encuentran los medicamentos necesarios para la inyección letal, que se están agotando porque las farmacéuticas que los fabricaban han dejado de venderlos.