Planes. Republicanos en Estados Unidos buscarán echar abajo las medidas del presidente Barack Obama sobre migración. (EFE)
La esperada contraofensiva de los republicanos para tratar de neutralizar las órdenes ejecutivas del presidente Barack Obama en el frente migratorio, perfilaba ayer martes por primera vez sus arriesgados e inciertos alcances durante una reunión a puertas cerradas entre el líder de la mayoría en la Cámara Baja, John Boehner, y algunos de sus correligionarios.
"El presidente ha violado la Constitución. Es una seria amenaza a nuestro sistema de gobierno", aseguró Boehner en una rueda de prensa en la que, no obstante, reconoció que "tenemos opciones limitadas y capacidades limitadas para lidiar con eso directamente", por lo que las medidas aún están bajo evaluación.
Según fuentes familiarizadas con la propuesta, el liderazgo republicano se propone someter a votación esta misma semana una iniciativa de ley que permitiría mantener abierto al gobierno hasta el inicio del próximo año fiscal en octubre de 2015.
Esta iniciativa, que por un lado busca ahuyentar la imagen del partido como un grupo de extremistas dispuestos a cerrar el gobierno con tal de salirse con la suya, por el otro incorporaría una enmienda para mantener atado presupuestariamente al Departamento de Seguridad Interna (DHS), a una suerte de liberación de fondos por etapas, para así mantener atado de manos al gobierno.
El problema, a decir de expertos en asuntos legislativos y migratorios, es que la mayoría de las agencias de DHS que se encargan de gestionar los trámites tiene un muy elevado grado de autonomía presupuestaria, ya que dependen de las cuotas que pagan cientos de miles de personas interesadas en regularizar su situación.