(EL UNIVERSAL)
Han sido siete años difíciles en los que los obstáculos han sido variados pero constantes. Problemas para conseguir financiamiento, falta de liquidez, dificultad para entrar en el mercado mexicano por la falta de cultura en materia de construcción. Emilio Cohen y el equipo de MagPanel, un innovador sistema de construcción que busca paliar las necesidades de vivienda social, no la han tenido sencilla a la hora de emprender.
No pudieron obtener financiamiento de instituciones como el Instituto Nacional del Emprendedor, aun cuando su tecnología ya había ganado concursos internacionales. Han tenido dificultades para que los mexicanos acepten que su casa no sea construida de concreto sino de paneles que se arman similar al Lego. Sin embargo, tienen ahora inversionistas privados interesados en el proyecto; han logrado entrar a Polonia y a algunos países de Centroamérica y ya tienen prototipos desarrollados al interior de la República Mexicana.
¿Qué ha hecho a Cohen y a su equipo mantenerse en pie? La respuesta podría estar en la alta tolerancia a la frustración, la disciplina, la capacidad de aprender de los errores, creatividad. Todas cualidades que conforman un término que en los últimos años ha sido tomado prestado de la psicología para aplicarse al emprendimiento: la resiliencia.
"Hay gente que tiende a quedarse anclado en el pasado, a quedarse lastimada, pero empezó a observarse que hay sociedades e individuos que tienden más a sacar fortaleza de las situaciones difíciles, por ejemplo el pueblo alemán o el japonés después de la Segunda Guerra", cuenta Rodrigo Peniche, profesor de tiempo completo de la facultad de psicología de la UNAM.
Así, las personas resilientes son más creativas, tienen la capacidad de tolerar dosis más altas de sufrimiento emocional, que tienen el locus de control -es decir, el lugar en el que percibimos las causas de los problemas- al interior, tienden a tener más sueños y a transformarlos en planes, explica Peniche. Además, tienen más sentido del humor -éste es importante porque es un mecanismo para afrontar y sintetizar las cosas difíciles- y creatividad.
En el caso de los emprendedores, una característica esencial es la de aprender de los errores.
"Los empresarios exitosos tienen historias de descalabros fuertes pero no se pierden en la angustia. Van desarrollando esta templanza. Van asimilando los reveses de forma tal que a la siguiente o a las cuatro siguientes ya les sale", explica el especialista.
Algo tienen que tener claro aquellos que van a emprender: el camino no es "planito" y hay que ir aprendiendo de los errores, "hay que ir echando para adelante esa tolerancia a la frustración y resiliencia".
Bajo la óptica del emprendimiento, esta cualidad apunta a ser una de las claves del éxito.
El estudio "Entrepreneurial Resilience: An Analysis of the Resilience Factors in SME Owner Managers" encontró ciertas características comunes entre los emprendedores que habían sido exitosos.
Así, este análisis explica la resiliencia más que como un rasgo de la personalidad con la que se nace, como un resultado de las experiencias de vida. Puede entenderse como una amalgamación de ciertas cualidades personales y de comportamiento que incluyen flexibilidad, una gran motivación, perseverancia y optimismo.
Es decir, una persona resiliente es aquella que tiene flexibilidad al ver el cambio como un proceso que puede manejarse; que no está satisfecha con sólo alcanzar una meta sino que busca un ciclo de continua mejora; que buscan lograr una meta a pesar de que las recompensas en ese momento no correspondan con las necesidades y que enfrentan las dificultades con más poder e inteligencia y que acoge el fracaso como una oportunidad al enfrentarlo de manera optimista.
Entre las conclusiones de este estudio está el que esta característica puede ser enseñada a los emprendedores como un set de cualidades.
En este mismo sentido, Peniche asegura que el ser resiliente no depende de un solo rasgo sino de un conjunto y que son cualidades que se pueden aprender con terapia o trabajo personal.
Guadalupe Manzano y Juan Carlos Ayala, investigadores de la Universidad de la Rioja, en España, definen la resiliencia relacionada con el emprendedor así: "El concepto de resilencia hace referencia a su capacidad para lograr seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, de condiciones de vida y de mercado difíciles. Es una capacidad que le permite impedir, disminuir o superar los efectos nocivos de la adversidad".
La resiliencia hace que el emprendedor conozca, desarrolle y movilice recursos que incluso él mismo ni siquiera sospechaba que poseía, señala la investigación de Manzano y Ayala.
PERSEVERANCIA
Mientras la perseverancia -es una de las características de los emprendedores exitosos- impulsa al emprendedor hacia delante, la resiliencia le permite resistir los embates de la adversidad. Cohen se ha mantenido en pie y dando pasos hacia al frente, entre otras cosas, gracias a esta cualidad, dice.
"No puedes tirar la toalla. Hay que ser persistentes porque estamos seguros con bases sólidas de que nuestra propuesta es una solución a la crisis de vivienda en el país. Nuestra tecnología se ha probado en laboratorios de Europa y funciona", asegura.
Esta tecnología reduce 80% del tiempo de construcción, otorga ahorros energéticos de hasta 70%, es totalmente sustentable y reduce costos de operación de hasta 25 a 30%.
Es momento de perseverar y de reponerse a los embates.
Se resiliente
La Sociedad Americana de Psicología enlista 10 pasos para construir resiliencia.
1) HAZ CONEXIONES.
Tener buenas relaciones con familiares cercanos y amigos es importante. Aceptar ayuda y apoyo de aquellos que se preocupan por ti fortalece tu resiliencia. Algunas personas encuentran que estar activo en organizaciones civiles o de fe o algunos otros grupos fortalece el apoyo social.
2) EVITA VER LAS CRISIS COMO PROBLEMAS INSUPERABLES.
No puedes cambiar el hecho de que ocurran eventos muy estresantes pero puedes cambiar la manera en la que respondes a estas situaciones. Trata de ver más allá del presente y piensa que el futuro puede ser mejor. Busca cualquier forma aunque sea sutil en la que te sientas un poco mejor.
3) ACEPTA QUE EL CAMBIO ES PARTE DE LA VIDA.
Algunas metas pueden dejar de ser sostenibles como resultado de situaciones adversas pero aceptar que algunas circunstancias no pueden cambiarse pueden ayudar a que te enfoques en las que sí pueden cambiarse.
4) MUÉVETE HACIA TUS METAS.
Desarrolla metas realistas. Logra cosas regulares, aunque sean pequeñas, que te ayuden a acercarte a tus objetivos. En vez de concentrarte en tareas que parecen inalcanzables, pregúntate, "¿qué puedo hacer hoy para avanzar en la dirección en la que quiero ir?".
5) TOMA ACCIONES DECISIVAS.
Actúa en situaciones adversas tanto como puedas. No separes por completo los problemas y tensiones deseando que desaparezcan.
6) BUSCA OPORTUNIDADES DE AUTODESCUBRIMIENTO.
Las personas suelen aprender algo de sí mismas e incluso crecer en algunos aspectos como resultados de la adversidad. Muchas personas que han experimentado tragedias han reportado tener mejores relaciones y un mayor sentido de fuerza aun cuando se sienten vulnerables.
7) ALIMENTA UNA VISIóN POSITIVA DE TI MISMO.
Desarrollar confianza en tu habilidad de resolver problemas y confiar en tus instintos ayuda a construir resiliencia.
8) MANTÉN LAS COSAS EN PERSPECTIVA.
Aun cuando estés enfrentando eventos dolorosos, trata de considerar las situaciones estres antes dentro de un contexto y mantén una perspectiva a largo plazo. Evita que el evento salga de sus proporciones.
9) MANTÉN UNA ACTITUD DE ESPERANZA.
Una visión optimista te permite esperar a que ocurran cosas buenas en la vida. Trata de visualizar lo que quieres en vez de preocuparte por lo que temes.
10) CUÍDATE A TI MISMO.
Pon atención a tus propias necesidades y sentimientos. Involúcrate en actividades que disfrutes y que te relajen. Ejercítate regularmente. Cuidarte a ti mismo ayuda a mantener tu mente y cuerpo listos para manejar situaciones difíciles.
