Responsabilidad compartida

Las licencias paternales y maternales permiten el desarrollo de la familia en igualdad de circunstancias para los padres, con beneficio directo para los hijos.

La equidad de género se reconoce y fortalece a través de las licencias de paternidad. El cuidado de un recién nacido es una labor que debe ser atendida por los padres en igualdad de circunstancias. Por una parte, la mujer es quien da a luz y enfrenta el mayor riesgo físico, sin embargo, la responsabilidad de velar por el bienestar del hijo y la madre tras un parto recae en el padre.

La licencia de paternidad también es un derecho. En 1979, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, indica que la igualdad de género se encuentra estrechamente relacionada con “la participación de la mujer, en igualdad de condiciones con el hombre, en todos los campos, al ser indispensable para el desarrollo pleno y completo de un país, el bienestar del mundo y la causa de la paz”.

Por ello, el nacimiento del hijo conlleva una función social y más responsabilidades dentro de la vida en pareja, cualquiera que sea su situación legal. De esta forma, el cuidado de los hijos debe ser compartido. Aunado al compromiso moral, la responsabilidad de cuidar al recién nacido abarca las prestaciones laborales.

En México, la responsabilidad compartida del cuidado del bebé fue reconocida con la reforma a la Ley Federal del Trabajo en 2012, en la que se aprobó otorgar cinco días a los padres. A la fecha, los legisladores luchan por incrementar a treinta días la licencia, al igual que a las madres.

La Organización de las Naciones Unidas en la Convención sobre los Derechos del Niño, indica que “ambos padres tienen obligaciones en la crianza y desarrollo del niño”.

LICENCIAS PARA PADRES

La licencia por maternidad comprende un período de tres meses, que inicia seis semanas antes del parto. Las doce semanas deben contar con goce de sueldo, y se tiene la opción de extender el plazo, aunque los días adicionales serán sin derecho a sueldo.

Este período se otorga para que la madre se recupere del parto, sin embargo, los bebés tienen necesidades de alimentación y cuidados. El proceso de adaptación y realización de esta tarea al cien por ciento, al igual que la concepción, requieren un trabajo en equipo que sólo es posible si el padre y la madre comparten actividades.

Ante esta situación, los hombres ya cuentan con licencias. Fue el 29 de septiembre de 2012, cuando los legisladores federales avalaron la reforma al artículo 132 de la Ley Federal del Trabajo, que concede licencia por cinco días con goce de sueldo a los hombres.

A la fecha, los diputados federales continúan discutiendo el tema, ya que consideran que el plazo es insuficiente y piden equiparar el permiso a seis semanas después del parto. El diputado Ricardo Mejía Berdeja, fue quien propuso incrementar la licencia para padres, bajo el argumento de romper estereotipos.

En Coahuila, los trabajadores del estado cuentan con diez días laborales con sueldo a partir del nacimiento del menor o adopción del hijo siempre que el padre viva con la madre, de lo contrario, la licencia paternal no será otorgada. Incluso, en caso de aborto, la ley les concede dos días a los padres.

La diputada federal Esther Quintana, indicó que el tema de las licencias paternas debe ampliarse, pues se trata de un tema de justicia social y equidad. “Los nuevos roles en los que ha incursionado la mujer, hacen necesarios el cuidado, la enseñanza y la protección de los menores de forma conjunta”.

Debido a que las licencias se otorgan para proveer cuidados, los diez días resultan insuficientes, pues son los primeros meses de vida los que requieren de cuidados extremos en las actividades básicas del ser humano. Además, las prestaciones y permisos relacionados a la crianza tienen que extenderse a los hombres.

Si es a la mujer a la que se le confiere la responsabilidad de criar, y con ello, el mayor número de días en la licencia de maternidad, será difícil para las parejas homosexuales integradas por dos hombres, hacerse cargo de un recién nacido al contar con sólo cinco o diez días libres para ellos.

FUERA DE MÉXICO

Las licencias paternales son relativamente nuevas en México, pero en el resto del mundo no. Por ejemplo, en Europa, los permisos alcanzan hasta 126 días para ambas partes.

Conocer las condiciones laborales de otros países ayuda a dimensionar la importancia de sensibilizarnos acerca del tema, a fin de incidir en las políticas públicas. Esther Quintana, señala que los países más avanzados en el tema son Finlandia, Noruega, Suecia y Dinamarca.

Hasta 2011, el país que otorgaba más días de licencia tanto a madres como a padres por igual, era Rumania, con 126 días con goce de sueldo. En Islandia se concedían noventa días repartidos entre los padres. Al igual que en Dinamarca, donde se otorgaba un año.

En el caso de Italia, se daban 91 días al padre y 159 a la madre. Los países que menos días otorgaban al padre son Holanda y Malta, con dos, seguido por Suiza con tres días..

El trato que los gobiernos dan a los padres revela diferencias muy acentuadas. A la madre siempre se le otorga mayor número de días de licencia que al padre, y con ello, se fomenta el estereotipo de que la mujer es quien se dedica al cuidado de los hijos, mientras que el padre tiene la función de proveer los recursos.

RESPONSABILIDAD COMPARTIDA

Las licencias maternales y paternales no representan sólo un tema de justicia femenina, sino la defensa del derecho de los menores para acceder a una vida plena con cuidados integrales. Son los primeros meses de vida los que requieren más dedicación. La ayuda de familiares y amigos es benéfica, pero son los padres quienes necesitan permanecer unidos para multiplicar los cuidados del hijo.

Entre las implicaciones de las licencias de paternidad, la principal debe ser el desarrollo de la familia.

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