Fiel. Victoria, recuerda a su pequeño Israel con mucha tristeza, dice que es algo indescriptible.
Victoria perdió a su hijo. La mujer, relata que fue "terrible" la partida de su pequeño Israel, quien falleció a los once años de edad un 24 de septiembre de 1992.
Para recordarlo, cada primero de noviembre, día en que según la tradición está dedicado a las almas de los niños, Victoria visita la tumba de Israel para revivir cada uno de los momentos que pasaron juntos y además, limpiar la lápida y adornar con flores artificiales el lugar donde hoy descansa su pequeño hijo.
"Era un niño sin problemas de salud, aparentemente, pero cuando tenía 4 años, empezamos a notar que batallaba para caminar, avanzó todo muy rápido, lo veía cada vez más malito, lo llevé al Hospital Universitario y ahí el doctor le detectó Distrofia Muscular Progresiva", detalla Victoria.
Con el paso del tiempo, la enfermedad de Israel fue progresando, hasta llegar al grado de que ya tenía dificultades para respirar.
"Es muy triste, no podíahacer uno nada porque no había cura en ese entonces, yo traje a mi hijo en todos lados, las consultas eran muy caras", describe Victoria.
Con lágrimas en los ojos, comenta que hasta el final, se dedicó por completo a Israel, pues sabía que en algún momento, todo, llegaría a su fin.
"Yo no lo aceptaba, no le creía a los médicos, yo no quería aceptar la realidad", precisó.
Ayer, Victoria fue acompañada por su hijo mayor, Roberto, que se encarga de trasladarla todos los años en su triciclo.
Por lo menos y en cada visita, dedican al embellecimiento de la lápida de su hijo, entre dos y tres horas.
"Esto es horrible, desgraciadamente le pasan a uno estas tristezas", concluyó.