A principios de año, el Word Economic Forum1 publicó su informe "Riesgos Globales 2014". En este informe se destacan dos cosas realmente importantes: que todos los sistemas económicos, medioambientales, geopolíticos, sociales y tecnológicos, se hallan inmersos en un proceso de transformación continua, y que los riesgos de los mismos se pueden modificar debido a las interrelaciones que existen entre ellos. Esto es muy importante, ya que cualquiera de estos sistemas estando en una situación de bajo riesgo, al combinarse con otros se pueden provocar consecuencias mucho más graves y más difíciles de resolver, o bien se puede presentar el efecto de contagio de sistemas. Esto es una característica de la globalidad.
Por otro lado, el informe categoriza 31 riesgos acorde a la posibilidad de que sucedan y al impacto que producirán. Sobre esta base, se obtuvo la opinión de 700 expertos provenientes de sectores político, empresarial, organizaciones internacionales, académicos, y asociaciones civiles. Además, se tomó en cuenta en cada uno de los 31 riesgos, factores como su gravedad, la probabilidad de que se produzca, su impacto y la posible relación con los otros riesgos. De esta manera, se obtuvieron también los diez riesgos principales seleccionados por los expertos, a los cuales se les deberá prestar atención en 2014, éstos son: Crisis fiscales en economías clave, altas tasas de desempleo, escasez de agua, desigualdades económicas, fracaso en la mitigación y adaptación al cambio climático, mayor incidencia de los eventos meteorológicos adversos, fracaso en la gobernanza mundial, crisis alimentarias, caída de una institución como mecanismo financiero clave, e inestabilidad política y social.
Entre los riesgos con mayor probabilidad de que ocurran y que pueden tener un mayor impacto, los expertos destacaron a los de naturaleza económica y medioambiental. Asimismo, señalaron a la falta de gobernanza mundial como uno de los riesgos macroeconómicos, que tiene una mayor interrelación con los demás.
Además de la escasez de agua, fracaso en la mitigación y adaptación al cambio climático, mayor incidencia de eventos meteorológicos adversos, y crisis alimentarias, otros riesgos medioambientales observados con más frecuencia por los expertos y que deben tenerse en cuenta en los próximos años son: "la contaminación por materiales plásticos que degradan los ecosistemas y la presencia de compuestos que suponen un peligro para la salud por sus interferencias con los sistemas hormonales e inmunológicos de las personas y animales. Los expertos alertan también de los problemas derivados de la explotación de los hidrocarburos no convencionales (como el fracking) cuestionando su impacto y sostenibilidad. También la falta de liderazgo global en cuestiones como el cambio climático puede entrañar un riesgo en un futuro cercano."
Con respecto a los avances tecnológicos y científicos, que siempre portan un lado oscuro en el que se ocultan los peligros, se destacan la posible toxicidad de los nanomateriales, la evolución de las impresoras 3D, la aparición de vehículos autónomos y el abuso de la "biología sintética". En cuanto a los riesgos de la Internet, se señalan "una mala administración de datos y la pérdida de privacidad".
Aunque están implícitos en algunos de los riesgos mencionados, me sorprende que no hayan aparecido, por lo menos en los 31 riesgos iniciales, el caso de la tecnología nuclear y de los avances químicos, los cuales eran muy populares en el año 2000 junto a los riesgos de pandemias. Estos últimos alimentados por la incertidumbre que provocó a nivel mundial el problema de las vacas locas (encefalopatía espongiforme) que es transmisible al hombre, que dejó sin vacas a Inglaterra porque de inmediato fueron sacrificadas e incineradas, y desde luego por la amenaza siempre creciente y latente de la gripe aviar, que recientemente nos dio un buen susto cuando en nuestro país se presentó la influenza A(H1N1) que se especuló que podía tratarse de la influenza aviar H5N1. Por fortuna para todos, la humanidad entera, no fue así.
Pero al margen de esta indiferencia, resulta de interés saber cómo se administran estos riesgos, ya que estamos acostumbrados o por lo menos nuestra conducta así lo expresa, a buscar seguridad que nos proteja de los riesgos a los que cotidianamente estamos expuestos. Pero aquí cabe la siguiente pregunta ¿es posible protegernos de los riesgos globales?
Ulrich Beck afirma por un lado que "ciertamente a los seres humanos nos está negada la seguridad definitiva" y se pregunta: ¿pero no es también cierto que los "riesgos residuales" inevitables son el reverso de las oportunidades que la sociedad industrial desarrollada ofrece a la mayoría de sus miembros en un grado que carece de paralelos históricos.
La respuesta a esta interrogante, si la hay, es un buen tema para la próxima colaboración. Hasta entonces.