Santos. Cientos de laguneros vivieron una fiesta de la fe por la canonización de los papas Juan Pablo II y Juan XXIII.
Globos blancos se lanzaron al cielo como parte de los festejos por la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II. Con la canción "Amigo" que muchas veces le cantaron los fieles mexicanos a Juan Pablo II, ayer cientos de laguneros le rindieron un homenaje al Santo Padre.
El Obispo de Torreón José Guadalupe Galván Galindo, aseguró que las canonizaciones son una celebración de fe que se deben vivir con júbilo.
"Para la Diócesis de Torreón, nos unimos a toda la iglesia, es una fiesta de fe. Celebrar con mucha alegría, ya que al tener dos nuevos santos en la iglesia vemos como la santidad a la que estamos todos llamados, es posible".
Indicó el Obispo de Torreón que, tanto San Juan XXIII y San Juan Pablo II son modelos a seguir con virtudes como: La Bondad, la humildad y el servicio.
"Ellos llevaron un mensaje y sobre todo Juan Pablo II que estuvo presente en casi todos los países del mundo, él siempre se acercaba a los obreros, a los enfermos, a los ancianos, a los niños y principalmente a los jóvenes; él fue quien instituyó la Jornada Mundial de la Juventud, que cada tres años se celebra, donde se reúnen más de 2 millones de jóvenes de todo el mundo".
El mensaje de Juan Pablo II donde hablaba sobre la civilización del amor, apoyada en la paz, en la justicia, en la armonía, aseguró Monseñor Galván Galindo es lo que como fieles católicos deben promover. Buscar los encuentros familiares y jóvenes para que mediante la unidad salgan iniciativas en la línea de construir y no destruirse.
TESTIMONIOS LAGUNEROS EN ROMA
Aunque no se lleva un conteo, el Obispo de Torreón aseguró que los fieles se han acercado para relatar los hechos milagrosos que aseguran haber vivido, gracias a la fe que sienten por el ahora Santo Juan Pablo II.
"Hay muchos testimonios aquí mismo en Torreón, sobre todo referente a la salud. Como personas que desde que él murió, el 2 de abril del 2005 y después el 1 de mayo de 2011 se beatificó y ahora fue la canonización, de tal manera que en ese proceso hay muchos testimonios en donde dan gracias a la intervención de Juan Pablo II".
Monseñor José Guadalupe Galván Galindo dijo que incluso muchos de los testimonios de milagros que se vivieron en Torreón, fueron presentados en Roma, como parte del proceso de canonización de Karol Wojtyla.
"En muchos testimonios se habla de los grandes milagros, pero no hay que olvidar que para cada persona es muy importante lo que ha recibido, gracias a Juan Pablo II".
LA FE POR JUAN PABLO II
La primera vez que Alma Delia Rodríguez supo de Juan Pablo II fue por la televisión, era apenas una niña, pero asegura que sintió un nudo en la garganta al ver a las multitudes llorar de emoción con el santo padre.
Originaria de San Alto, Zacatecas, Alma Delia cuenta que en su familia apenas había para comer, por lo que viajar a Durango o a México para ver al Papa, era un sueño lejano.
"Mi abuelita era también muy devota, lo sentimos y vemos en él es como a Dios mismo. Una ternura con la que trataba a la gente, aún muerto con tan sólo hablar de él se nos pone la piel chinita".
Hace unos años, relata Alma Delia, que vivió una dificultad en su familia.
"Mi esposo me quería quitar a mi hijo, yo me encomendé a Juan Pablo II y ahorita tengo a mi hijo".
Ella es ministra de lectura y realiza actividades para la construcción de la Capilla de Juan Pablo II, al igual que su hijo que es acólito y también es devoto del santo.
DIVINA MISERICORDIA
Más de 3 mil personas peregrinaron de la Catedral del Carmen hasta llegar al Auditorio Municipal, como parte de las fiestas de la Divina Misericordia. Se trata de una peregrinación anual, desde hace seis años, que este año cobró particularidad por la canonización de Juan Pablo II y Juan XXIII.
Antonio Mata Rendón, vicario de la Catedral de nuestra Señora del Carmen en Torreón, recordó que el Papa emérito Benedicto XVI calificó a Juan Pablo II como un Papa apóstol de la Divina Misericordia.
"Esta fiesta de la Divina Misericordia se engalana con la canonización de Juan Pablo II y de Juan XXIII, el gran reformador que hace que la misa ya no sea de espaldas al pueblo, sino de frente y no en latín, sino en el idioma de cada nación, se le conoce como el Papa bueno".
Primera piedra
Después de nueve años de trabajo y esfuerzo para conseguir un lugar donde se erigiera un templo con el nombre del ahora Santo, Juan Pablo II, por fin se cristalizó el arranque de la obra.
Ayer se bendijo la primera piedra de la Capilla de San Juan Pablo II en el Fraccionamiento Sol de Oriente. Pablo Gallegos Becerra, sacerdote encargado de la capilla relató que han sido nueve años de celebrar la eucaristía en terrenos baldíos y siempre con el sueño de materializar algún día la iglesia.
“Han sido años de estar convocando a la gente, de esforzarnos, de meter cartas de solicitud al ayuntamiento y una tras otra. Eran puros intentos, pero Dios va escribiendo y hasta con el ingeniero Lauro Villarreal empezamos a ver más claramente, nos consiguió el terreno y empezamos a ver con el señor alcalde, Miguel Riquelme”.
Hasta ahora no sabe a ciencia cierta cuánto se le ha invertido al terreno ni cuánto les falta para terminar la obra, pero asegura que seguirán con los trabajos y actividades para concluirla.
“No tengo ni idea, pero yo te aseguro que son muchas horas de trabajo, mucho esfuerzo, de vender hasta gorditas y lo que se puede. No sé el dinero que se lleva gastado, es bastante y cuánto va ser al final, no lo quiero saber porque sé que si lo veo me voy a asustar”, señaló.
Por otro lado, informó que Guadalupe Porras, asesora de la carrera de Arquitectura en la UAL, fue la encargada del diseño y lo hizo de forma gratuita.
Por su parte, Miguel Riquelme Solís, alcalde de Torreón, asistió al evento y anunció un apoyo de 300 mil pesos de material, con recursos públicos, para la construcción de la iglesia. Además, el ayuntamiento les prestará un toldo para que durante la construcción se continúe dando misa en el lugar.
FESTEJO DEPORTIVO
Más de 400 personas participaron en la carrera ‘5 Kanoniza’ donde el Obispo de Torreón José Guadalupe Galván Galindo dio el banderazo de salida a los corredores. El evento deportivo se efectuó con el fin de hacer un homenaje a Juan Pablo II por su canonización.
En punto de las ocho de la mañana los participantes salieron de la rotonda de JuanPablo II e iniciaron el recorrido por el bulevar que lleva el nombre del Santo Padre y regresaron al punto inicial, donde también se ubicó la meta.
Los ganadores del primer lugar fueron Javier Mejía y Argentina Valdepeña, categoría varonil y femenil, respectivamente.