Un buen samaritano se apiadó del despachador de una tienda de autoservicio en el norte de Australia, cuando se percata que un sujeto con un cuchillo intentaba robar el dinero de la máquina registradora.
El sospechoso ingresó a la tienda y con un cuchillo amenazó al trabajador para que le entregara el dinero, pero otro hombre que se encontraba a unos metros escogiendo algunos productos de la tienda se animó a hacerle frente al delincuente.
Como arma el ciudadano toma una botella de vino tinto, hace un sigiloso movimiento y sin pensarlo dos veces la estrelló en la cabeza del malhechor.
El asaltante perdió el equilibrio por unos instantes y todavía desconcertado mejor optó por salir corriendo y darse a la fuga.
El cliente se anima y estrella la botella en la cabeza del delincuente. (YouTube)