Sonia Yadira, Érika Guadalupe, Estefanía, Nancy, Fernanda y Cristina desempeñan cargos,
trabajan y estudian carreras, que por tradición, realizaban los hombres.
Cambia tradición con gran orgullo
En el 2011, Sonia Yadira de la Garza Fragoso rindió protesta como Fiscal General de Justicia de Durango, cargo por varios sexenios fue desempeñado por hombres. Hoy rompe con esa tradición con orgullo.
Reconoce que es un gran reto el que tiene sobre sus hombros que asegura vale la pena librar, sobre todo para abrir cada vez más puertas a las mujeres para ocupar cargos de esa naturaleza y con ello demostrar que "tenemos la capacidad para hacer el trabajo, que no es cuestión de género, sino de actitud y de ganas de trabajar".
Sonia Yadira comenta que muchos de los colegas no veían con "buenos ojos" que las mujeres estuvieran en el ambiente en el que ahora está "como pez en el agua", "porque creían que veníamos a ocupar espacios que les correspondía a los hombres", dice la Fiscal, quien asegura que en Durango no es el caso.
Dice que profesionalmente, las mujeres han ganado terreno. "Ya tuvimos una procuradora General de la República, además somos cuatro procuradoras en el país, y se han abierto espacios en donde nunca se habían visto mujeres".
Aunque su trabajo requiere de mucha fortaleza, reconoce que ser madre y fiscal a la vez es complicado. Sobre todo por la falta de tiempo, "Dios me bendijo con un muy buen hijo, afortunadamente es un excelente estudiante, pero sí es difícil que sea compatible el trabajo con el tiempo para convivir con los hijos. Creo que sí es un poco complicado, pero es cuestión de dar calidad de vida", recalca.
La fiscal señala que las mujeres nunca han sido el sexo débil. "Se dice eso, pero al fin y al cabo quien tiene a los hijos y los saca adelante son las mujeres y somos las que hacemos la fuerza en la familia y también tenemos la fortaleza para ocupar cualquier cargo".
Hoy, ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer, señala que sí hay que celebrar. Y es que asegura que se han obtenido logros importantes para cientos de mujeres, prueba de ello es que la entidad, ya no se encuentra dentro de los primeros lugares de violencia hacia la mujer, "se tiene una disminución importante, sin embargo, más que celebrar es para que se reconozcan los derechos sobre las mujeres, la equidad de género, tanto en lo laboral como en la vida cotidiana".
En este día especial, de la Garza Fragoso da un mensaje las mujeres "que reconozcan el valor que tienen por su naturaleza, por su valor de ser mujer, su fuerza y que vean que el hecho de ser mujer no es una debilidad, al contrario es un don que Dios nos dio y una bendición para que demostremos que podemos salir adelante".
El trabajo pesado y rudo es lo suyo
A sus 25 años, Érika Guadalupe Enríquez Astorga se ha desempeñado como: Guardia de seguridad, dobladora de láminas y actualmente como soldadora. Los trabajos que no impliquen fuerza, no son para ella, dice.
Reconoce que la necesidad la llevó a buscar un curso para soldar en la empresa Lagacero, lo que despertó su pasión por esta profesión. Hoy cuenta con más de cinco años de experiencia en el ramo, y va por más, por lo que asegura que los hombres podrían comenzar a preocuparse porque la competencia estará dura.
Equipos AMHER la empleó recientemente. Comparte el área de soldadura con 90 hombres, los cuales le han dado su apoyo, aunque cuenta que a su llegada se mostraron un poco incrédulos de su capacidad. Pero fue uno de los soldadores con mayor experiencia, el que reconoció su trabajo, "me dice un señor 'solda mejor que yo que tengo varios años', pero es la práctica también, y aparte te gusta tu trabajo y lo haces con amor".
Aunque cuenta con más de cinco años de experiencia, comenta que encontrar empleo no fue fácil, por lo que de inicio se desarrolló como guardia de seguridad cuando tenía 22 años. Después logró encontrar un nuevo trabajo como dobladora de láminas, y finalmente como soldadora.
Reconoce que estar rodeada en su mayoría por hombres no fue fácil. "De primero sí fue difícil, porque te sientes rara por ser la única mujer y convivir porque ellos tienen su rollo".
Aunque cuenta con el apoyo incondicional de Guadalupe del Socorro, su madre, en ocasiones aún le pide que busque un trabajo más de mujer, como en una zapatería o en una tienda de ropa, "pero no me llaman la atención, más bien el trabajo pesado, rudo es lo que me agrada", dice sonriente.
Érika asegura que se ha convertido en un ejemplo para muchas mujeres, sobre todo de sus compañeras de curso, quienes por miedo al qué dirán los hombres no han llevado a la práctica sus conocimientos en soldadura como ella.
Aunque ahora le apasiona lo que hace, no descarta la idea de casarse, tener hijos y una familia, pero eso no está en sus planes a corto plazo.
En este día especial, Érika da un mensaje a las mujeres "que no se queden con las ganas de hacer lo que uno quiere, que si hay necesidad de hacer cosas e incluso las que un hombre hace, que lo intenten, capaz que les queda mejor que a ellos y ahí se darán de topes los hombres".
Y a ellos "que los trabajos que hace también una mujer los puede realizar, no se atengan a que la mujer nada más debe de estar en la casa".
Quieren explorar minas del país
Cristina Reyes forma parte de la primera generación de la Ingeniería en Minas de la Universidad La Salle Laguna. Es la única mujer y se siente orgullosa.
Ella cursa el sexto semestre y se prepara para terminar su formación y continuar con sus sueños, pese a los comentarios negativos que ha enfrentado, como el que las minas se pondrán celosas y el mineral se esconderá, o bien, que se caerá la mina cuando una mujer entre.
Fernanda, Estefanía y Nancy comparten su sueño, cursan la misma carrera. Para Estefanía, el hacerlo es como demostrar a los hombres que las mujeres son capaces de desarrollar actividades que por tradición, fueron creadas para ellos. "Se me hacía padre que te vieran diferente", dice. Y es que como sus compañeras, enfrentó comentarios negativos como el "por qué no mejor estudias comunicación, es más como para mujeres que la minería".
Ahora, además de terminar con comentarios en base a su trabajo, señala que abrirán más campo para mucho más mujeres, que como ellas, se quieren desarrollar en campos no explorados por las mujeres.
"Sí hay campo", dice Nancy, quien se encuentra totalmente enamorada de su carrera, y quien espera salir al campo para explorar minas de todo el país.
Cristina dice que en su carrera hay ventajas y desventajas. La primera ventaja es que los compañeros pueden cuidar de las mujeres, pero la desventaja es que no querrán que hagan el trabajo pesado por temor a que se lastimen.
Para las estudiantes, el Día de la Mujer ya no pasa "de noche" ni para los hombres y ni para ellas, ahora se celebra con orgullo debido a los logros obtenidos en los últimos años. Es por ello, que invitan a todas esas jóvenes que por "vergüenza", no se animan a seguir sus sueños, "que lo hagan porque igual se convertirán en el ejemplo de alguien más".
La historia del Día de la Mujer
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos México, informa que el Día Internacional de la Mujer fue propuesto por la alemana Clara Zetkin en 1910, durante el Congreso Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, Dinamarca. Zetkin ya había participado en pro de la mujer en 1886, asistiendo al Congreso de la Segunda Internacional Socialista en París y defendiendo el derecho de las mujeres al trabajo y a la participación en asuntos nacionales e internacionales, así como también, exigía la protección de las madres, las niñas y niños.
El Día Internacional de la Mujer surgió de las actividades de los movimientos obreros a finales del siglo XX en América del Norte y Europa. En 1977, la Asamblea General invitó a los Estados a que proclamaran, de acuerdo con sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día del año. Se exhortó a los Estados a que contribuyeran a crear condiciones favorables para la eliminación de la discriminación contra la mujer y para su participación en condiciones de igualdad en el proceso de desarrollo social. Las Naciones Unidas celebró el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo de 1975, que fue el Año Internacional de la Mujer. La Primera Conferencia Mundial sobre la Condición Jurídica y Social de las Mujeres se realizó en la Ciudad de México en 1975. Coincidió con el Año Internacional de la Mujer. La Conferencia fue convocada por la Asamblea General como la primera de una serie de reuniones, cuyo objeto era comprometer a los Estados a adoptar planes de acción para transformar la condición social de las mujeres considerándolas, no como receptoras de apoyo, sino como participantes en este proceso.
Rompen estereotipo de mujer frágil
