Las personas que roncan presentan un trastorno conocido como apnea obstructiva de sueño, caracterizado por falta de respiración después de tres o cuatro ronquidos. (ARCHIVO)
Roncar es una alteración del sueño que puede provocar problemas de salud como embolias, derrames cerebrales o infartos al miocardio, además de somnolencia excesiva durante el día, la cual es considerada, después del alcoholismo, como segunda causa de accidentes laborales y automovilísticos.
A causa del ronquido, una de cada tres personas sufre algún trastorno del sueño, como insomnio o somnolencia, por lo que resulta de suma importancia atender el problema por todas las complicaciones fisiológicas y familiares que genera.
Quienes padecen somnolencia llegan a enfrentar problemas de memoria, deterioro de su salud, dificultad de aprendizaje, así como conflictos familiares y sexuales. Incluso, cada vez hay más casos de divorcio a causa del ronquido.
En la mayoría de los casos, el ronquido es hereditario y se debe al crecimiento anormal de las estructuras que están alrededor de la garganta. Además, cuando la úbula, mejor conocida como campanilla, y las amígdalas son más grandes de lo normal, se relajan, crecen todavía más y al momento de dormir impiden el paso del aire produciéndose el ronquido por estar ubicadas en la zona que genera los sonidos del lenguaje.
Las personas que roncan presentan un trastorno conocido como apnea obstructiva de sueño, caracterizado por falta de respiración después de tres o cuatro ronquidos, con lo cual al dormir sólo se consigue descansar superficialmente y una continua interrupción del sueño.
Al interrumpirse la respiración se corre el riesgo de provocar una muerte neuronal, así como problemas de aprendizaje y falta de interés por participar en actividades familiares, manteniéndose el mayor tiempo posible en la cama, sobre todo los fines de semana.