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Ruralidad, belleza y recreación

A la ciudadanía

MANUEL VALENCIA CASTRO

La Comarca Lagunera es abundante en atractivos naturales y culturales que son una invitación al disfrute sano, de cosas elementales y sencillas, pero de espléndida belleza. Por ejemplo, cuando hablamos de las puestas de sol, generalmente pensamos en el mar y no hay nada que discutir, sin embargo, sí podemos afirmar que sólo las puestas de sol en los valles y planicies áridas y semiáridas de nuestro desierto se le igualan. Pero este escenario, es solamente un detalle de todas las cosas bellas que nos encontramos en la periferia de nuestra caótica zona metropolitana.

Estamos rodeados de una gran cantidad de ciudades rurales que nos ofrecen su cultura a través de su historia, sus peculiaridades arquitectónicas, su gastronomía, sus valores paisajísticos, entre otros. Hablar de todas ellas en esta colaboración, sería restarles importancia o caer en la simplificación absurda de quien no valora lo que tiene. No obstante, podemos recurrir al dicho de "para muestra un botón" y así permitirnos unas breves sugerencias para pasársela bien y darle vuelo al placer que nuestros sentidos demandan.

Inicio por el lado de Durango con Mapimí, ciudad rural única que debe visitarse, una ciudad que estuvo al borde de la extinción y de convertirse en pueblo fantasma, y que gracias al tesón, trabajo y arraigo de sus pobladores, resurgió para ser reconocido ahora como Pueblo Mágico de Durango. Poco a poco se restaura la ciudad, adornando aquellos viejos edificios que tienen mucha historia que contar, fundada en 1598 por el sacerdote jesuita Agustín de Espinoza y el capitán Antón de Zapata, muy pronto se convirtió en un importante pueblo minero que era atacado recurrentemente por los Tobosos, los Tepehuanos y los Tarahumaras. Estos ataques, le dieron a Mapimí otro matiz histórico, el de la experiencia para contener a los rebeldes, quizás por eso sirvió como presidio de los líderes insurgentes encabezados por el cura Hidalgo. Aunque también, tiempo después albergó al Presidente Benito Juárez con los Archivos de la Nación, y durante el período revolucionario, Mapimí fue el paso obligado de las tropas del General Urbina quien junto a Pancho Villa, participaron en la Toma de Torreón. Parte de esta historia, se encuentra ya disponible en pequeños museos que se encuentran en torno a la plaza y la iglesia, se puede caminar y aprovechar para disfrutar de la buena comida que se prepara en las fondas y restaurantes. Desde luego, la visita a la mina de Ojuela y su puente colgante, es obligada.

También del lado de Durango, se encuentran dos ciudades rurales con un gran atractivo para hacer turismo de naturaleza, me refiero a la Ciudad de Rodeo y a la ciudad de Nazas. Ambas son ciudades riparias, en donde se funden los ecosistemas desérticos con los del bosque de galería de álamos, sauces, fresnos y ahuehuetes, y desde luego con el ecosistema acuático del Río Nazas. En Rodeo, se puede visitar la Parroquia y el museo histórico del municipio de Rodeo, y ya estando allá, no lleve lonche, mejor disfrute del asado de puerco y de unos ricos chicharrones.

Después de Rodeo, aguas abajo, se encuentra la ciudad Nazas, su historia está estrechamente vinculada con la de Mapimí. Una vez fundada, los jesuitas se movieron hacia el río y crearon la pequeña congregación de Cinco Señores. Nombre que llevaría este sitio por más de tres siglos, aunque los ataques de los naturales de la región a Mapimí, también afectaban severamente a Cinco Señores. Fue en 1715, cuando el gobernador Manuel S. Juan de Santa Cruz fundó el pueblo de Cinco Señores del Río de las Nasas, entre los presidios de Pasaje y San Pedro del Gallo. Don Benito Juárez también se hospedó en Nazas durante más de una semana, para continuar después hacia los Estados Unidos. En el año 2010, la ciudad Nazas fue inscrita por la Unesco en el Patrimonio de la Humanidad bajo el título de " Camino Real de Tierra Adentro".

En la ciudad se puede visitar la Parroquia de Santa Ana, de estilo barroco del siglo XIX y la Casa Juárez de estilo Colonial recientemente restaurada. Desde luego, después de visitar los hermosos parajes del río Nazas.

Dejamos dos muestras pendientes para la siguiente colaboración, la del lado de Coahuila y la de nuestras áreas naturales protegidas.

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