En NY. El embajador de Ucrania ante las Naciones Unidas Yuriy Sergeyev participa durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación de Ucrania en la sede del organismo.
El Ejército ruso emitió ayer un ultimátum a Ucrania para rendirse o enfrentar un ataque militar en la disputada república autónoma de Crimea, revelaron medios informativos ucranianos e internacionales.
A través de su cuenta de Twitter, el diario ucraniano Kyiv Post informó, sin dar detalles, que el ultimátum presiona a Ucrania para rendirse o "encarar la guerra" .
Fuentes de la Defensa ucraniana indicaron que el Ejército ruso habría dado a las fuerzas ucranianas de Crimea hasta las 03:00 GMT de mañana martes para rendirse o enfrentar un asalto, según un reporte de la cadena británica BBC.
DENUNCIA UCRANIA DESPLIEGUE DE RUSOS
La Misión de Ucrania ante Naciones Unidas (ONU) denunció ayer en una carta al Consejo de Seguridad el despliegue de 16 mil soldados rusos en Crimea, por lo que pidió que este órgano la ayude a garantizar su integridad territorial.
La Misión de Ucrania afirmó que desde el 24 de febrero pasado, las tropas rusas se han desplegado en buques militares, helicópteros y aviones de carga, con lo que intentan "requisar, bloquear y tomar el control" de oficinas gubernamentales "cruciales" en Crimea.
Ucrania manifestó que entre las instalaciones tomadas en Crimea figuran el Parlamento, todos los aeropuertos civiles y militares, los medios de comunicación, las estaciones de radio, los servicios de aduana, y las bases militares y de guardacostas.
Destacó además que la toma incluyó las oficinas centrales de la marina de Crimea, además de que todos los caminos estaban bloqueados, al igual que las salidas al Mar Negro.
La misiva sostuvo que "los militares rusos casi cada media hora cometen provocaciones en Crimea", lo que incluye el uso de granadas de salva, y que por ello un oficial ucraniano resultó herido en la cabeza y requirió hospitalización.
En un debate abierto en el Consejo de Seguridad, el representante permanente de Ucrania ante la ONU, Yuriy Sergueyev, solicitó al organismo "usar todas las herramientas a su alcance para garantizar la integridad" territorial de su país.
Sergueyev alertó que la presencia de Rusia en Crimea "sugiere que habrá una posible intervención rusa en otras parte de Ucrania", y que pese a la presencia militar de Rusia, su país ha evitado ejercer una "activa defensa" de su territorio.
En respuesta, el representante permanente de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, aseveró que la movilización militar en Ucrania es legal, y que según acuerdos bilaterales es posible que 25 mil efectivos rusos puedan ser desplegados en territorio ucraniano.
Insistió en que la presencia militar rusa es "apropiada y legítima", debido a que minorías en ese país, en especial los rusohablantes, se encuentran bajo amenaza.
Churkin mostró además una carta del depuesto presidente ucraniano Víktor Yanukóvich, que Rusia sigue reconociendo como mandatario legítimo de Ucrania, en la que pide la intervención militar rusa con el fin de asegurar "la estabilidad" en el país.
La versión ofrecida por Churkin fue rechazada por la representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Samantha Power, quien declaró que no existe "ninguna evidencia" de que las comunidades rusas o prorrusas en Ucrania estén bajo amenaza.
Power afirmó que "la movilización de Rusia es una repuesta a una amenaza imaginaria", y que no tiene ninguna base legal, debido a que el Parlamento ucraniano la ha rechazado.
Añadió que observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) serían destacados este lunes en Ucrania.
"Lo que pasa ahora es una peligrosa intervención militar en Ucrania, un acto de agresión que debe detenerse", agregó.
Por su parte, el Kremlin reiteró su precio para poner fin a la crisis: volver a un acuerdo logrado con la oposición hace menos de dos semanas para formar un gobierno de unidad nacional en Kiev.
Una población aislada
Durante años, esta pequeña población de Crimea estuvo aislada del mundo: era una comunidad sigilosa junto a una estratégica base naval rusa, cerrada por retenes y guardias armados.
En la actualidad, para llegar a Novo-Ozerne, uno tiene que recorrer un camino estrecho y con baches a través del campo, pasando por granjas colectivas abandonadas hace décadas y aldeas que aún al mediodía parecen desiertas.
Ya no queda mucho en el pueblo, sino sólo algún barco que pasa ocasionalmente luego de navegar por la estrecha ensenada del Mar Negro hasta este lugar aislado, algunos edificios navales semiderruidos y un arsenal rodeado por alambres de púas.
Pero los rusos lo quieren.
Y este pueblo olvidado ahora está profundamente dividido entre los que recibieron alborozados el fin de semana a decenas de soldados rusos en uniformes sin insignias, y aquellos que respaldan a los ucranianos que se niegan a entregar sus armas.
"Sabemos quiénes son y consideramos (que lo que hacen) es terrorismo", dijo Serguei Reshetnik, un empresario local que está furioso por la llegada de los rusos. "Sólo queremos vivir con tranquilidad".
El enfrentamiento en Novo-Ozerne entre los soldados rusos y ucranianos es una escena que se presenta en toda Crimea, desde que Rusia tomó de hecho el poder político en la estratégica península del Mar Negro e instauró un gobierno regional ruso respaldado por cientos -acaso miles- de soldados. La toma del poder se produjo después de meses de manifestaciones callejeras en Kiev, la capital de Ucrania, que a la larga derivaron en la caída del presidente prorruso Viktor Yanukovich. El nuevo gobierno se ha apartado bruscamente de Moscú y busca estrechar lazos con la Unión Europea.
Pero si Rusia esperaba que los soldados ucranianos le entregaran sus armas con sólo pedírselas, la realidad resultó ser mucho más complicada.
China pide solución
China rompió su silencio sobre la crisis ucraniana en el Consejo de Seguridad de la ONU y llamó a todas las partes a buscar una solución política y dentro de la legalidad al conflicto.
El embajador chino ante las Naciones Unidas, Liu Jieyi, aseguró que su Gobierno está "profundamente preocupado" y condenó los "actos de violencia" que se han registrado en Ucrania, aunque sin especificar a cuáles se refería.
Liu, que pronunció una intervención de carácter ambiguo, aseguró que China respeta la unidad y la integridad territorial de Ucrania, pero no condenó la presencia de tropas rusas en territorio ucraniano y señaló que "hay razones" que explican la actual situación.
El representante chino subrayó que su país defiende la no interferencia en los asuntos internos de otros Estados y llamó a que la crisis se resuelva "dentro del marco legal" y manteniendo la paz y la estabilidad.