Pese a ser un explosivo exponente del boxeo, Alejandro Javier González conserva su alma y sueños de niño, uno de ellos es convertirse en campeón mundial del pugilismo. (Fotografías de Jesús Galindo López)
Con la ilusión de algún día convertirse en campeón del mundo, Alejandro Javier González, mejor conocido en el medio deportivo de la Comarca Lagunera como 'El Rusito', ha adoptado el boxeo como un estilo de vida propio, adaptándose a las exigencias de una disciplina tan demandante como ésta.
Desde los siete años sintió el llamado y fue inscrito por sus padres en el Gimnasio 'Mapimí' Rodríguez de la colonia Jacarandas, donde entrena bajo la dirección de Jorge "Mapimí'' Rodríguez, logrando a la fecha un importante nivel de competencia, mismo que le ha servido para lograr destacar en certámenes de orden nacional, donde hoy está considerado uno de los grandes prospectos de la especialidad.
En su primera experiencia dentro de la Olimpiada Nacional, realizada durante 2012 en la ciudad de Irapuato, Guanajuato, fue eliminado en la primera ronda del certamen, una derrota que lejos de desanimarlo, lo impulsó a tener una mejor preparación a fin de ir por la revancha, logrado su objetivo en 2013 en Rosarito, Baja California Norte, donde sorprendió a propios y extraños al colgarse la medalla de oro.
Su nuevo reto está en lograr su segunda presea áurea a nivel nacional y con ello, afianzarse aún más en el terreno amateur, donde espera tener al menos tres años más de fogueo, con el fin de llegar a su debut profesional con un importante respaldo en el sector amateur, donde a la fecha cuenta con 106 combates, de los cuales ha ganado 99, ha empatado uno y ha perdido cinco, la mayoría de ellos en sus inicios, cuando tenía fogueo con elementos seleccionados, algo que al paso del tiempo le ha servido como una gran experiencia.
Gracias al apoyo de sus papás América y Rigoberto, 'El Rusito' asegura tener firme su convicción de dedicarse al boxeo profesional, aunque sin descuidar sus estudios. Hoy en día estudia en Escuela Secundaria Eva Sámano y su mira está en continuar con la preparatoria y posteriormente estudiar la Licenciatura en Educación Física, todo ello combinado con el boxeo.
CON DISCIPLINA TODO SE PUEDE
"Siendo constante, estudioso, disciplinado y olvidándose de la calle, los 'amigos' y las desveladas, se pueden alcanzar las metas. Es algo que vale la pena y cuando se logran los objetivos con esfuerzo, es una satisfacción muy grande''.
Hoy rumbo a la Olimpiada Nacional 2014, este exponente infantil del boxeo entrena dos o tres horas diarias en el gimnasio, además de correr por espacio de 25 minutos, todo con el objetivo de lograr una preparación integral.
"Los boxeadores no somos gente improvisada, nos preparamos con todo para ganar cada combate y lograr ser alguien en el ring. Me ven muy jovencito y me discriminan, no creen que sea un boxeador; arriba del ring somos iguales y son los recursos técnicos y preparación lo que nos sacan adelante en cada combate.
Destacó el pugilista que en el gimnasio todos los elementos se respetan y aunque se dan tiempo para jugar y hacer bromas, a la hora de trabajar todos se aplican y ya en competencia, se apoyan, se cuidan y se muestran como lo que en realidad son, un equipo y un grupo de amigos que se tienen gran estima y respeto.