El secuestro de 17 personas en un café de la ciudad más poblada de Australia causó conmoción en ese país y expectación en buena parte del mundo.
Tres personas murieron, el secuestrador y dos rehenes, y cuatro resultaron heridas cuando la policía australiana intervino ayer para liberar a las personas retenidas durante 17 horas por un supuesto clérigo musulmán.
El secuestrador, que llegó a mantener 17 rehenes, era Man Haron Monis o jeque Haron, un autoproclamado clérigo musulmán de origen iraní, perteneciente a la línea dura y con antecedentes por violencia, que ha protagonizado numerosas protestas en Australia contra la intervención militar en Afganistán, según la Policía.
Las otras dos víctimas mortales eran una mujer de 38 años, identificada como Katrina Dawson, de oficio abogada, y un varón de 34, Tori Johnson, gerente del establecimiento.
Los heridos son tres mujeres, una de ellas con herida de bala, y un agente policial, que fueron atendidos en hospitales de la zona.
El comisionado Andrew Scipione, de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur, declaró ayer en rueda de prensa en Sídney que la situación llegó a un punto en el que hubo que tomar una decisión y subrayó que la operación policial llevada a cabo de madrugada logró "salvar muchas vidas".
El llamado jeque Haron entró el lunes por la mañana (de Sídney) en el local Lindt Chocolate Café, situado en la zona financiera Martin Place, y secuestró a las personas que había en su interior.
Entre sus primeras acciones estuvo obligar a dos mujeres a que sujetasen una bandera en el cristal de la entrada con un mensaje escrito en árabe que decía: "No hay otro Dios que Alá y Mahoma es su profeta".
"En las últimas 24 horas, esta ciudad (Sídney) ha sido sacudida por una tragedia que nadie pudo imaginar", admitió el jefe del Gobierno de Nueva Gales del Sur, Mike Baird.
Por su parte, Tony Abbott, primer ministro australiano, dijo: "hay lecciones que aprender y decidiremos a través del análisis de este incidente cuáles deben ser aprendidas".
Pánico. Una mesera corre llena de pánico tras ser liberada por la policía en Sídney de un secuestro masivo que sacudió a Australia. (AP)