La canasta básica es un conjunto de bienes y servicios indispensables para que una familia pueda satisfacer sus necesidades básicas de consumo a partir de su ingreso.
La canasta básica mexicana contempla alrededor de 80 artículos, entre los cuales encontramos productos para la despensa y alimentos, servicios, renta, colegiaturas, vestido, transporte, luz, agua, teléfono.
El poder adquisitivo de la población ha ido disminuyendo contrario al caso del desempleo que ha estado aumentando, por este motivo, incrementar la carga fiscal de las personas físicas o el incremento de los bienes y servicios públicos afecta aún más los bolsillos de la población.
Actualmente el salario mínimo diario es de $63.77 pesos diarios, lo que nos da al mes un total de $ 1,912.10 pesos. Esto quiere decir que con ese ingreso el trabajador deberá poder cubrir todos los gastos de la canasta básica, lo que viene siendo en la realidad una ilusión kafkiana.
Uno de los puntos más delicados y debatidos en la ciencia económica ha sido precisamente el de los salarios, como factor que incide en los costos de la producción de bienes y servicios. Y el de la inflación, que tiene como resultado el robo de sus ingresos a los más pobres al aumentar el costo en los bienes y servicios que consume la población.
El siglo pasado y sobre este tema, el economista inglés John Maynard Keynes, creó la teoría "del empleo pleno".
En pocas palabras: para que una nación crezca y pueda progresar deberá tener a su población empleada, de tal manera que tengan la capacidad para consumir los bienes y servicios que se produzcan en su sociedad, de esta manera se crea un vigoroso mercado interno; pero para que haya crecimiento y empleo es necesario que el estado haga grandes y cuantiosas inversiones con ese fin, no simplemente en gasto corriente.
Las teorías de Keynes fueron implantadas en Alemania durante los primeros años del régimen nacional socialista (1933-1940). En una época de desastre económico y cuando un dólar valía varios millones de marcos. En aquellos años para cambiar marcos por dólares, era necesario llevarlos en una carretilla. A ese punto llegaba la inflación. Implantado que fue el sistema del empleo pleno con otras medidas, Alemania se transformó en una de las tres potencias económicas más importantes del mundo (1939). Igual le sucedió después de la Segunda Guerra Mundial, de donde el país germano se erigió como la potencia de Europa (las que la habían destruido) en la cuarta más poderosa del mundo.
Cuando Franklin D. Roosevelt asumió la presidencia de los Estados Unidos, el país se encontraba inmerso en la mayor depresión económica nunca sufrida (1929). Para sacarlo del fondo recurrió a Keynes y su gobierno se propuso invertir en carreteras, autopistas, presas, sistemas de riego, electrificación, vivienda, aun asumiendo los riesgos de la inflación, y para 1940 ya era la primera potencia económica del mundo.
Nuestros gobiernos y especialmente el Banco de México tienen el fetiche de la inflación como freno para el crecimiento (la economía se calienta, dicen); sin embargo con dinero circulando hay negocios y crecimiento. Es por ello necesario que el gobierno de Peña Nieto sopese y equilibre los dos extremos: inflación y aumento de salarios.
Si no es inteligente implantar la riqueza por decreto, tampoco es correcto implantar la miseria tambien por decreto.