Bienvenido 2014. Laguneros recibieron el año comiendo, bebiendo y bailando, en centros nocturnos, bares o restaurantes.
"¡Feliz Año Nuevo!", gritó Alán Chávez junto con sus amigos después de terminar la cuenta regresiva que siguieron los asistentes de un restaurante-bar para recibir el nuevo año. Después de eso todo fue brindis, abrazos y fiesta.
El joven de 25 años decidió acudir a un reconocido restaurante-bar para recibir el año nuevo al igual que cientos de laguneros que abarrotaron gran parte de los establecimientos que se ubican en el bulevar Independencia y que abrieron el 31 por la noche.
En esta ocasión la afluencia fue superior a la de los últimos cuatro años en los restaurantes, bares y antros de la ciudad por la celebración de fin de año.
Desde temprana hora el Independencia, uno de los principales corredores restauranteros de la ciudad, comenzó a tener mayor movilidad y para las 11 de la noche la mayoría de los establecimientos que permanecían abiertos lucían llenos o con una buena cantidad de asistentes.
"Teníamos ganas de recibir el año con los amigos y disfrutando de un buen ambiente, ya hacía tiempo que no lo hacíamos así", dijo Alan Chávez.
Cada lugar, además de estar decorado "ad hoc", le puso su "toque" al festejo, pues mientras que algunos entregaron diademas o moños con luces neón u otros accesorios, otros dieron a sus asistentes sombreros con el número 2014.
Las mesas con la botella de vino tinto o espumoso y las tradicionales uvas no faltaron, sobre todo en los restaurantes, ya fuera incluida en el paquete, o bien, por cortesía por haber acudido a festejar el año en dicho lugar.
En donde no había estos elementos abundaban los tarros o botellas de cerveza, el whiskey u otras bebidas.
El ambiente fue amenizado por grupos musicales o sonido disco que alegró la noche, e hizo menos prolongada la espera.
Al filo de la medianoche, las 12 uvas y posteriormente el grito de "¡Feliz Año!" acompañado de abrazos y brindis fue el momento cumbre de la celebración que no terminó para la mayoría, por el contrario dio pie a continuar disfrutando del ambiente, cantando o bailando por la alegría de haber iniciado un nuevo año.
"Fue un año difícil para los laguneros, por eso hay que agradecer la oportunidad de iniciar un año más y festejar", dijo Yadhira Trejo.
La joven originaria de Torreón, pero radicada en Monterrey, comenta que el festejo de fin de año de los últimos cuatro años había sido en casa, por la situación de inseguridad, pero que este año decidió salir con su familia.
"Nos gusta estar en familia, pero quisimos hacer algo diferente", comenta para luego continuar con la celebración.
Manuel Medina, de 24 años también salió de su hogar a festejar. Dice que a diferencia de la celebración de Navidad, el 31 de diciembre sus padres le permiten salir de casa, aunque en los últimos años "el ambiente había decaído mucho, no había casi gente celebrando, pero este año estuvo mejor".
Meseros coincidieron con el comentario del joven, pues dijeron que este año, además de una mayor afluencia volvieron las familias a salir a festejar.
Mientras tanto en las colonias populares el ambiente fue decorado con las luces de los fuegos artificiales y su sonido estruendoso que comenzó antes de iniciar el año y se prolongó por varios minutos.
La carne asada, los tamales, el pozole y otros platillos típicos que se acompañaron de tequila, cerveza, vino o refresco fue parte de la cena de Año Nuevo que se vivió en un ambiente predominantemente familiar.