Cairo Santos tuvo un inicio incierto, pero ya ha ganado confianza.
Lo peor que podría haber pasado al jugador novato de los Jefes, Cairo Santos, ocurrió en su debut en la NFL, cuando el pateador brasileño falló uno de sus dos intentos de goles de campo. Mientras, el hombre al que reemplazó en Kansas City metía una patada tras otra.
Ryan Succop estuvo perfecto en sus cuatro intentos de goles de campo ese día, y ayudó a Tennessee a ganar 26-10.
Después, el veterano pateador que había jugado toda su carrera con los Jefes habló con la joven promesa sudamericana en la cancha. Succop relató a Santos que una temporada tuvo tantos problemas que pensó que sería dado de baja, y luego fijó un récord para el equipo con 22 atinadas consecutivas.
Eso era exactamente lo que Santos necesitaba escuchar.
El oriundo de Sao Paulo, de 22 años, falló otra patada la semana siguiente contra Denver, pero en los tres últimos partidos ha anotado seis consecutivas. La mejor de todas fue el domingo pasado, al atinar un intento de 48 yardas cuando restaban 21 segundos en el reloj para vencer 23-20 a San Diego.
"Con los pateadores a veces es una montaña rusa", comentó Santos. "No puedes ocultarte. Se trata de tener fortaleza mental. Si atinas una, se trata de pasar a la siguiente patada. Igual si fallas una. Nada de lo que hice contra San Diego ayudará a que ganemos a los Carneros de San Luis".
Eso puede ser cierto en algún sentido, pero la patada que ayudó a los Jefes (3-3) a ganar a los Cargadores la semana pasada sin duda le dio confianza a Santos. También da confianza a toda la ofensiva, al saber que si pueden llegar hasta la yarda 35 de su oponente, tienen buenas posibilidades de sacar al menos tres puntos.
Andy Reid, coach de Kansas, sabe que los pateadores tienen problemas en su primer año.