Para Drew Brees y los Santos este partido es decisivo en sus aspiraciones para avanzar a postemporada.
Al inicio de la campaña de la NFL, cuatro equipos de la Conferencia Nacional podían considerarse como candidatos legítimos al Super Bowl: Halcones Marinos, 49ers, Empacadores y Santos. Pero en el reino de lo impredecible que es el futbol americano, a mediados de temporada sólo Green Bay ha llenado las expectativas.
La octava semana tiene como uno de los platos fuertes el duelo entre Empacadores y Santos, más por el potencial de Nueva Orleáns que por su marca actual. Con 2-4, la escuadra campeona de 2009 está al borde del precipicio: una derrota más y sus posibilidades de avanzar a la postemporada quedarían comprometidas, aunque su ventaja es jugar en una débil División Sur donde Carolina apenas le saca un juego de ventaja.
Los Santos son un equipo de rachas. En 2011 ganaron ochos partidos en fila al final de la campaña, mientras en 2013 lograron nueve triunfos y dos derrotas en las primeras 11 fechas. Este es el momento decisivo para remontar.
Para su mala suerte tienen que enfrentar a los Empacadores (5-2), que iniciaron vacilantes para luego hilar cuatro triunfos y alcanzar la cima del Norte, empatados con Detroit. Drew Brees, quarterback de los Santos, subrayó el miércoles lo complicado que se presenta el partido.
"Cuando Aaron Rodgers está en el otro lado, por la manera en que ejecuta jugadas y cómo anotan, debes ser muy preciso, tienes que aprovechar todas tus ventajas. Todos los detalles pueden reflejarse en el marcador", comentó Brees.
El desempeño de Rodgers avala la descripción. Ya tiene 18 pases para touchdown y sólo una intercepción; en los triunfos ha lanzado 16 envíos para anotación y su wide receiver estelar, Jordy Nelson, es segundo en yardas por aire en la liga, con 712, además de anotar seis veces. Sus armas no acaban ahí ya que Randall Cobb, el otro receiver, tiene ocho anotaciones y por tierra cuentan con el poder de Eddie Lacy.
En contraste, los Santos han echado de menos al tight end Jimmy Graham, su mejor receptor, quien está limitado por una lesión en el hombro. "Jimmy está saliendo de una lesión y tenemos que ser cuidadosos para no pedirle demasiado", dijo Brees. La responsabilidad de las jugadas grandes recaerá en el veterano Marques Colston y el joven Kenny Stills.
Un problema adicional es la defensa. Nueva Orleáns invirtió buena suma en el safety Jairus Byrd para mejorar una unidad que el año pasado el coordinador Rob Ryan hizo parecer respetable. Sin embargo el encanto duró poco y ahora están en el sitio 21 de la NFL, lo que se reflejó en el partido ante los Lions, en el que concedieron dos touchdowns en los cuatro minutos finales. Para Nueva Orleáns es ahora o nunca.
ÁGUILAS-CARDENALES
Mientras potencias de la Nacional como San Francisco y Seattle exhiben carencias, los Cardenales marchan firmes con sólo una derrota, aunque su calendario no ha sido el más complicado. Los campeones Halcones Marinos, rivales de división, viajan a Carolina, y Arizona recibe a Filadelfia, que está medio juego atrás de Dallas tras su descanso de la semana pasada.
Arizona ha basado su éxito en la defensa, lo que le permitió salir bien librado de la lesión de su quarterback Carson Palmer. Es el equipo que ha permitido menos yardas por tierra, apenas 72 en promedio por partido, y la llegada del safety novato Deone Buccanon ha reforzado al perímetro, donde Patrick Peterson tiene estatus y contrato de estrella -80 millones de dólares- pese a que este no ha sido su mejor año.
Un duelo que podría repetirse en postemporada enfrenta al gran ataque de los Águilas contra la sólida defensa de los Cardenales. Filadelfia vuela alto con el brazo de Nick Foles (1.628 yardas por aire y 10 TD), las recepciones de Jeremy Maclin (445 yardas y 4 anotaciones) y destellos de LeSean McCoy que encabezó la liga en yardas por tierra en 2013 y ahora está en noveno puesto.
CUESTA ABAJO
Dos equipos de los que se esperaba mucho parecen en caída libre, los Bengalíes y Jets. Cincinnati ganó tres en fila para luego perder dos y empatar uno, pero en la paliza 27-0 ante los Potros lució indefenso. Enfrenta a unos Cuervos que contra todos los pronósticos superaron el escándalo de Ray Rice y encabezan el Norte de la Americana por dos partidos.
Los Jets sólo ganaron su primer encuentro y perdieron los seis siguientes. Su mariscal, Geno Smith, no es garantía y cuando Michael Vick entró al relevo dejó claro que Nueva York tiene muchos más problemas que el quarterback. Reciben a los Bills, que quiere mantenerse a la par de Patriotas. Parece que la era de Rex Ryan se acerca a su fin.
A SEGUIR
En 1984 Eric Dickerson fijó la marca de más yardas por tierra en una campaña con 2,105. Transcurridos siete partidos acumulaba 780. DeMarco Murray, de los Vaqueros, ha avanzado ya para 913 en siete encuentros. ¿Podrá batir el récord?
La jornada inició el jueves con el triunfo de Denver 35-21 sobre San Diego. En otros encuentros Leones enfrentan a Atlanta en Londres, Carneros visitan a Jefes, Texanos a Titanes, Vikingos a Bucaneros, Delfines a Jaguares y Osos a Patriotas.
Oakland viaja a Cleveland, Potros va contra los Acereros y el lunes Vaqueros reciben a los Pieles Rojas.
