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Sarabia, ‘El águila que cayó’

CRÓNICA LERDENSE

Sarabia, saludando en el Campo Bolling Field.

Sarabia, saludando en el Campo Bolling Field.

JOSÉ JESÚS VARGAS GARZA, CRONISTA OFICIAL DE LERDO

Tras haber realizado su gran sueño como fue el vuelo México-Nueva York, que le permitió establecer para su patria, una situación permanente de buena voluntad internacional en aras de la más noble de las ambiciones. Francisco Sarabia, como mexicano, tenía un ideal; demostrar que México poseía elementos constructivos dignos de cooperar en la coordinación económica de los pueblos y como Piloto Aviador, evidenció que la Nación Mexicana contaba en aquel entonces con el valiente material humano que habría de contribuir en la defensa de las Instituciones del Continente Americano. Nuestro Heroico Piloto, al cumplir la trascendente misión que el destino le tenía reservada, estaba fortalecido por las características del alma latinoamericana; valor a todo prueba, energía sin límites, convicciones, y sobre todo, un amor profundo hacia su Patria.

Francisco Sarabia el día 5 de junio de 1939 voló en su avión el "Conquistador del Cielo" de la Ciudad de Nueva York a Washington D.C., aterrizando a las 10 de la mañana en el aeropuerto de Bolling Field en la sección destinada al ejército de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. De inmediato, el avión fue puesto bajo estricta custodia como corresponde a una nave oficial de un extranjero distinguido.

En su agenda de ese día en Washington D.C., Sarabia visitó la representación de la embajada mexicana acompañado por funcionarios de la misma. De aquí le envía un escrito al Presidente de los Estados Unidos, Mr. Franklin D. Roossevelt, donde le manifiesta su admiración y le dedica su vuelo México-Nueva York. El documento era un pergamino con dibujos de grecas mixtecas, cabezas de tigre y cabezas aztecas. Un timbre conmemorativo del Vuelo México-Nueva York. 1939. Posteriormente el héroe mexicano ocurrió a la Casa Blanca a visitar al presidente de los Estados Unidos, mandatario que no lo atendió por encontrarse en reposo a causa de un fuerte resfriado.

Transcurría ya el cierre del día 6, y Sarabia junto con su familia se recogió a su hotel. En una mesa extendió sus cartas de navegación para estudiar los puntos principales de enlace del vuelo de regreso a Lerdo, Durango. Preparó su retorno en un trayecto sin escalas, viaje que sería realizado de Washington a Cd. Lerdo, Dgo. Vuelo considerado como más sencillo después del histórico récord mundial alcanzado por Francisco Sarabia de México-Nueva York.

Por la mañana del día 7 de Junio de 1939, fecha en que estaba programado el vuelo, Sarabia se levantó a las 5 de la mañana y se dirigió al hangar del campo aéreo Bolling Field, a supervisar a su avión "El Conquistador del Cielo". Se acomodó el avión en la pista y carretean la nave para colocarla al Noroeste, con salida al río Potomac, casi hacia el río Anacostia. En esa posición tenía al frente el Potomac y el canal George Town, más al fondo el Potomac Park y a la derecha el brazo de afluente del Anacostia.

Todo listo para despegar el avión, "El Conquistador del Cielo" estaba cargado con 1,400 litros de gasolina para volar hasta Cd. Lerdo y aterrizar en los campos deportivos ejidales llamados "El Polo", donde los ansiosos lerdenses y la Madre de Sarabia estarían esperándolo para darle la bienvenida. Cuando estaba dentro de la cabina puso los motores en marcha, y sus últimas palabras fueron la despedida a las personas que lo habían acompañado: Les dijo: "Voy a visitar a mi Madre a Ciudad Lerdo, Dgo., unas mil setecientas millas de distancia".

Al despegar perfectamente del pequeño campo aéreo de Bolling Field a las 6:10 de la mañana, aumento rápidamente la velocidad hasta llegar a unas 180 millas para volar, rodó como dos kilómetros y medio, el motor había fallado una y dos veces. En ese tiempo Sarabia debió cortar el despegue, pero desgraciadamente ya no le quedaba pista para cancelarlo. El Gee Bee continuaba corriendo por la pista y cerca de los tres kilómetros levantó la cola y luego despegaron las ruedas del suelo. Al ganar unos 90 pies de altura ó 30 metros sobre las aguas del Río Potomac, siguió volando raso y volvió a toserle el motor. De pronto el motor se cortó, pero el aparato planeó un buen trecho buscando el río, inesperadamente vuelve a fallar el motor.

El avión deja la zona de tierra y vuela al ras del agua chocando las ruedas contra las olas y capotea, cabeceó y de repente se precipitó sobre las aguas del Río Anacostia, ubicado en la frontera del Estado de Maryland y Distrito Federal de Columbia. Sarabia con pericia operó las últimas energías del avión pasando silbando suavemente sobre el agua y había logrado planear el Gee Bee, en un intento supremo de salvarse y salvar el avión, impidiendo a la vez el choque contra los edificios de la Army War Collage.

En esos momentos tan apremiantes Sarabia luchó por su vida, viendo un espejo en las apacibles aguas que lo retaban a hacer gala de toda su pericia. Con las últimas energías y con gran maestría operó el avión con el motor y la hélice inertes silbando suavemente sobre el agua y entra rozando con las ruedas, tropezando la máquina con elegancia, descansando casi de cabeza, el pesado motor se clavó en una parte lodosa y poco profunda del río, quedando semihundido en las aguas ligeramente inclinado, sobresaliendo parte de la cabina y la cola y se sumergió a una profundidad de cinco metros entremetidas en las aguas que traicioneramente impedían el rescate del héroe mexicano.

De inmediato, algunos amigos de Sarabia llegaron primero a la orilla y tiraron a las heladas aguas nadando hacia el avión, tratando de rescatar al lerdense. Quisieron abrir la tapa de la cabina y sacar el cuerpo, pero no lo lograron. Sarabia estaba atrapado sujeto por su cinturón de seguridad. Eran las 6.20 de aquella mañana, habían transcurrido unos 10 minutos desde el instante en que el avión emprendió la carrera. En ese momento arribó una lancha de salvamento de los Estados Unidos de la base naval cercana al río Anacostia, con una embarcación con 10 hombres. Mientras Agripìna y su hijo Carlos se encontraban llenos de angustia.

En la operación los buzos de la Marina bajaron al fondo del río y abrieron el vientre de El Conquistador del Cielo, el intento resultó infructuoso debido a la tupida red de cables y tubos, así como el tanque de gasolina colocado bajo el asiento del piloto. Luego se pidió una grúa de salvamento, ejecutando maniobras con celeridad. Ante la imposibilidad de rescatar y extraer a Sarabia, los marinos optaron por sacar el avión remolcándolo en tierra y rompen la cabina y rescatan el cuerpo del piloto mexicano. Las ambulancias habían llegado y los medios del ejército estaban preparados con su equipo de emergencia que aguardaban a Sarabia para atenderlo. Rápidamente fue trasladado a Saint Elizabeth hospital perteneciente al ejército. Donde le aplicaron oxígeno y respiración artificial por espacio de dos horas. Se hicieron todos los intentos por salvar a Francisco Sarabia, éstos fueron en vano, pues ya no dio señales de vida.

Las estaciones de radio y la prensa de aquel entonces, dieron la noticia "Sarabia, Ha Muerto", la patria estuvo de luto y dolor, México entero le lloró; y el destino trágico frustró su brillante carrera y el pueblo lerdense perdió a su hijo predilecto y la aviación a su máximo exponente. Con motivo de este acontecimiento el Gobierno municipal ha programado para el 6 y 7 de junio, eventos relativos a la conmemoración del 75 aniversario de la muerte del Aguilucho Francisco Sarabia.

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