Regularmente nos referimos al Juego de Estrellas como el "Clásico de media temporada", pero en esta ocasión, el calendario de la Liga Mexicana de Beisbol ha dispuesto que el espectáculo del "Todos estrellas" se lleve a cabo cuando los equipos han cumplido con los primeros 50 juegos de la campaña, es decir, aún faltan algunos encuentros para que realmente se cumpla con la mitad, hablando en términos matemáticos.
Recordemos que desde hace algunos años la LMB adoptó el sistema de rol corrido, pues aún hay algunos aficionados y hasta colegas de los medios que se van con la finta y están esperando el final de la "primera vuelta" para que se haga la repartición de puntos, tal como sucede en la Liga Mexicana del Pacífico, y como se daba hace no mucho tiempo también en la pelota de verano. Finalmente, hoy por hoy se realiza un récord global al final del calendario, y simplemente avanzan los mejores cuatro, con posibilidades para un quinto equipo que pueda luchar por meterse como "comodín".
Vaqueros Laguna sigue jugando muy por debajo de .500, al compilar 21 juegos ganados a cambio de 28 perdidos, quedando pendiente el que se acabó por lluvia en la tercera entrada ante Reynosa, el pasado 22 de mayo en el Revolución. Para los naranjas sigue siendo el bateo su gran dolor de cabeza, pues en colectivo son el penúltimo lugar de toda la liga, algo extraño en la organización, que si bien ha batallado en las recientes campañas por tener un pitcheo confiable, su bateo ha sido explosivo. Basta recordar el año anterior, cuando bateadores de Laguna fueron líderes de la liga en los departamentos de Hits conectados, Dobles, Triples y Bases por bolas.
Los errores también están haciendo daño a Laguna, la defensiva está pifiando en buen número de oportunidades, lo que le abre la puerta al rival para que puedan fabricar las carreras que al final hacen la distancia. Los lanzadores contrarios parecen regodearse cuando les toca su salida contra Vaqueros, pues los bates naranjas no han estado quemantes durante esta temporada.
Esa situación deberá cambiar, y de entrada ya se verá un line up diferente a partir del martes en el Revolución, con la reincorporación de Juan Carlos Linares y con Oswaldo Morejón bateando en casa una vez más. Si es necesario implorar a "Jobú, el dios de las carreras", los naranjas deben hacerlo, y cuanto antes, pues los bates deben despertar a la de ya. Ganar las dos series en casa, ante Diablos y Tijuana, tiene ya la etiqueta de "obligatorio". Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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