A falta de ocho series para que culmine la temporada de la Liga Mexicana de Beisbol, enredados están todos los equipos para entrar a los playoffs. Y cuando escribimos "todos", es todos, los 16 tienen oportunidad de clasificarse al menos para el juego de comodín. A estas alturas, en otras temporadas, ya se veían a equipos que prácticamente tiraban la toalla, pero en esta ocasión no parece ser así. Un ejemplo claro son los Broncos de Reynosa, que cambiaron a varios buenos brazos como Juan Delgadillo o Jesús Castillo Ripalda, y aún así le dieron bastante batalla a los Diablos, sacándoles de la bolsa el último juego de la serie.
Además, la semana anterior, los Broncos le ganaron la serie a Tijuana en la frontera bajacaliforniana, por lo que no son ningún rival fácil y le puede dar zancadilla a cualquier contrincante. Mientras que la pelea por cuarto y quinto lugar es encarnizada, y los Acereros de Monclova, que se han mantenido en el cuarto puesto, no pueden sentirse seguros ni siquiera en el puesto que les otorgue el derecho de pelear por el llamado "comodín".
El standing cambia, fluctúa prácticamente cada día, al grado de que durante cada juego hay que estar al pendiente de los resultados en otras plazas, y créanme amigos aficionados, que así será hasta el final de la temporada, por lo que hay que tener a la mano el ábaco e ir proyectando día a día lo que puede suceder con su equipo favorito. Los duelos entre rivales de la misma zona agregan más dramatismo, y antes de que culmine la campaña, algunos enfrentamientos tendrán ya la etiqueta de "playoffs", pues serán a matar o morir.
A Vaqueros le quedan en el calendario la serie contra Saltillo de este fin de semana, luego visitará una vez más a Aguascalientes y recibirá a Monterrey. Enseguida visitará a Reynosa para luego ser anfitrión de Monclova y una vez más de los Sultanes, para terminar la temporada con series de visita en casa de Broncos y Acereros. Fuera de Monterrey y Saltillo, el resto de los rivales son de los que están peleando por esas posiciones 4 y 5, destacando el duelo ante Aguascalientes, donde los naranjas ganaron ya una serie, pero el riel se cobró la afrenta ganando el compromiso en el Revolución.
La cosa está tan apretada, que cualquier mínimo descuido, incluso el que se te suspenda un juego por lluvia, te puede dejar fuera del playoff, una fiesta a la que todos quieren entrar, y ya la puerta está congestionada. La principal complicación para Vaqueros es que su rotación abridora no ha encontrado la consistencia necesaria, y ahora mismo tiene un hueco con la salida de Brian Baker. El estadounidense fue zarandeado en sus dos últimas salidas, pero representaba una carta confiable para Lino Rivera a la hora de abrir juegos.
La rotación es totalmente mexicana y muy joven, con Salvador Valdez, Óscar Félix, Hubbie Pellegaud, Luis Iván Rodríguez y Enrique Lechuga. La salida de Baker trajo a otro extranjero relevista, el venezolano Eduardo Sánchez, quien se presentó con bastante buena velocidad (rectas de 97, 96 millas por hora), pero con poca fortuna el miércoles en el Revolución. Sánchez entró con una carrera de ventaja, y al más puro estilo de "wild thing", le empataron el juego sin pegarle un solo hit. Es decir, a base de bases por bolas y wild pitches.
Luego permitió incluso más hits para que Aguascalientes se llevara el juego y la serie. La idea del alto mando naranja parece ser el utilizar a Johan Yan en la séptima, Sánchez en la octava y Tony Peña en la novena, siempre y cuando haya ventajas qué defender. Parece ser una buena estrategia, siempre y cuando los lanzadores hagan el trabajo. El deshacerse de Baker para traer a un relevista fue una apuesta arriesgada, sobre todo porque no puede ser que utilicen a Yan para sacar uno o dos tercios, cuando es el mejor relevista que tiene Lino en su bullpen. Veamos pues los frutos que da esta estrategia, pues ya no se pueden hacer cambios en el roster. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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