Luego de la tensión que nos arrojaron las rondas de playoffs en este 2014 dentro de las Ligas Mayores de beisbol, con finales emocionantes, inesperados, y marcadores cerrados que incluso llevaron a un buen número de juegos hasta los extrainnings, los dos primeros choques de la Serie Mundial, entre Kansas City y San Francisco, parecieron obras de otro volumen, pues la tensión no fue protagonista constante, y los scores se abrieron con bastante ventaja para alguno de los lados, lo que definió el rumbo de cada uno de los encuentros.
Parece que Reales y Gigantes no se aprendieron el guión o script que estaba llevando la postemporada, pues llevaron los juegos a evadir la tensión ya a la altura de la séptima u octava entrada. Es una demostración más de lo absurdo que resulta el querer pronosticar en un deporte tan complejo como el beisbol, pues aunque prácticamente todos los que expresaban sus expectativas sobre esta Serie Mundial se inclinaban por juegos muy reñidos, la realidad ha sido otra, al menos en esos dos primeros enfrentamientos.
No quiere decir esto que hayan sido malos juegos, o que no esté realmente pareja la situación, simplemente, esto del alto carreraje es uno de los tantos matices que tiene el maravilloso rey de los deportes. Al escribir estas líneas aún no tengo el resultado del juego número 3, pero mis expectativas están abiertas a cualquier sorpresa, desde un juego sin hit, hasta una paliza, todo puede suceder adentro de un diamante, más aún cuando se están enfrentando dos escuadras en pos de ganar el máximo trofeo del beisbol profesional.
Será muy interesante ver la estrategia de Bruce Bochy si es que sus Gigantes llegan a perder el juego 3, pues se especula que le dará la pelota a su as, Madison Bumgarner, para abrir el juego 4, en aras de reducir las posibilidades de que Kansas se ponga arriba por tres juegos a uno, lo cual implica una presión superlativa para el equipo que se encuentra abajo. Bochy, curiosamente nacido en Francia, donde debe ser más fácil encontrar un elefante con mala memoria que un estadio de beisbol, es un manager extremadamente fanático de la estrategia, y aún le quedan varias cartas bajo la manga para este clásico de otoño.
Nuestro mexicano, Sergio Romo, quien cuando entre a lanzar en la casa de los Gigantes será recibido al ritmo de la canción de banda sinaloense "El mechón", ha visto actividad frecuentemente, y lo mejor es que ha sabido entregar buenas cuentas, salvo aquel cuadrangular que le dio Kolten Wong en el segundo juego de la serie ante los Cardenales. El barbón Romo debe tener un rol protagónico en estos juegos en la bahía californiana, pues se ha ganado a pulso la confianza de su manager y de los propios fanáticos, que están bien metidos con su equipo.
Por parte de Ned Yost, otro auténtico ajedrecista a la hora de dirigir a su equipo, creo que podemos esperar menos movimientos sorpresivos, pero no por eso será menos efectivo. Su bullpen es prácticamente una garantía, y está coronado con su cerrador Greg Holland, quien ganó el premio al mejor relevista de la temporada en la Liga Americana, galardón que por cierto lleva ya el nombre de "Mariano Rivera", en honor al histórico taponero de los Yankees de Nueva York.
Es una gran oportunidad de vivir un fin de semana sensacional, repleto de beisbol del más alto nivel y en la lucha por el gallardete, así que abróchense los cinturones y vamos a disfrutar cada out, cada fildeo y cada batazo. Un tip: váyanse temprano a disfrutar de los juegos de la Liga Mayor de La Laguna, y saliendo del parque de pelota, a gozar por TV en la transmisión desde los Estados Unidos. Recuerden amigos, que todo con moderación, todo menos el beisbol. Buen fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.
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