En la última década el número de denuncias de tortura se ha multiplicado por siete en México, según Amnistía Internacional (AI).
La organización defensora de los Derechos Humanos denuncia en un informe presentado ayer que la práctica de la tortura por parte de fuerzas de seguridad en México es "generalizada y persistente".
En su reporte "Fuera de control: Tortura y otros malos tratos en México", AI aseveró que la tortura y otros tratos o crueles, inhumanos o degradantes "desempeñan un papel central en las actuaciones policiales y las operaciones de seguridad pública de las fuerzas militares y policiales en México".
"El resultado de esta investigación es alarmante" porque confirma que la tortura y los malos tratos son "persistentes", la "impunidad prevalece y el acceso a la justicia para las víctimas es casi nulo", dijo el investigador de AI, Rupert Knox.
El informe es producto de varios años de investigación y está centrado en casos documentados por AI de víctimas, algunas de las cuales estuvieron presentes ayer en la presentación y aportaron sus testimonios.
A pesar de que México ha adoptado protocolos internacionales que dicen que las confesiones obtenidas mediante torturas no son válidas en un proceso judicial, lo que se ha constatado al estudiar estos casos "es que eso no es cierto", explicó Knox.
Por ello, los jueces "ignoran" las evidencias de que una detención es arbitraria y esta "negligencia ante pruebas de abusos de esa naturaleza es el camino para la tortura".
Otro de los problemas es la "deficiencia terrible en la investigación" y "la negación al acceso a la defensa" a través de abogados distintos al de oficio impuesto por el Estado, añadió.
Y es que es habitual que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, superiores, miembros del Ministerio Público, jueces y algunas comisiones de derechos humanos "justifiquen, toleren o hagan caso omiso" de estas prácticas, señala el informe.
El resultado, añade, "es una impunidad casi total para los autores de los abusos y un auténtico temor entre la población a que cualquier detención pueda desembocar en torturas".
AI cita una encuesta que encargó recientemente, en la que el 64 % de los mexicanos consultados declaró tener miedo de sufrir tortura en caso de ser puestos bajo custodia.