La catedral de Guadalupe estuvo abarrotada por cientos de feligreses que acudieron a ser participen del acto litúrgico de la misa vespertina en la que se recordó la “Ultima Cena del Señor” y el “Lavatorio de los pies”. (ROBERTO ITURRIAGA / EL SIGLO DE TORREÓN)
Como es tradición, la tarde del Jueves Santo se llevó a cabo la misa de “Lavatorio de los pies”, que presidió el obispo José Guadalupe Torres Campos, el cual tiene el significado de la humildad y hermandad que Jesucristo tuvo hacia con sus discípulos horas antes de ser aprehendido y llevado a la crucifixión a partir de donde comienza la Pasión de Cristo.
La catedral de Guadalupe estuvo abarrotada por cientos de feligreses que acudieron a ser participen del acto litúrgico de la misa vespertina en la que se recordó la “Ultima Cena del Señor” y el “Lavatorio de los pies”.
En la misa vespertina, antes del ofertorio, el obispo Torres Campos tomó una toalla y una bandeja con agua, luego lavó los pies de 12 hombres, recordando el mismo acto que hizo Jesús de Nazareth con sus apóstoles en la Ultima Cena.
Fue en este día cuando se instituyó la santa Eucaristía, el sacramento del Cuerpo y la Sangre de Cristo bajo las especies de pan y vino, luego el traslado del santísimo, la hora santa, adoración del santísimo toda la noche, esto en todas las iglesias.
En este pasaje del evangelio, el Lavatorio de los pies, es un ejemplo donde Jesús nos enseña a servir con humildad y de corazón a nuestros semejantes, además es el mejor camino para seguir a Jesús y demostrarle nuestra fe.
Así mismo, durante el jueves Santo, la fe católica también llevó a cabo la visita de los 7 templos, cuyo objetivo es resaltar la Eucaristía y exponerla de una manera solemne para la adoración de los fieles.