Presidencia. Muerte de candidato en Brasil ha movido las tendencias y la forma de llevar a cabo las campañas. (EFE)
El panorama político de Brasil empezó a reconfigurarse un día después del accidente aéreo que cobró la vida de uno de los tres principales candidatos presidenciales posiblemente complicando la reelección de la actual presidenta Dilma Rouseff en octubre.
El deceso de Eduardo Campos a bordo de un avión privado, que se estrelló en un barrio residencial del puerto de Santos en la víspera, podría cambiar las preferencias de los electores y obligó a las campañas a reorganizarse, dijeron analistas.
Observadores políticos creen que el Partido Socialista de Brasil, al que Campos pertenecía, va a nominar como candidata presidencial a Marina Silva, una de las políticas más populares del país y quien era la compañera de fórmula del candidato fallecido.
"Si su candidatura se lanza, la carrera presidencial se va a volver más competitiva. Aumenta la probabilidad de que las elecciones vayan a una segunda vuelta", dijo Joao Augusto de Castro Neves, director para América Latina de la consultora Eurasia Group. "La contienda sería muy reñida para ver quién va a clasificar a la segunda ronda".
Otro de los principales candidatos, Aecio Neves, aparece en las encuestas como el más fuerte competidor de Rousseff en una elección que se había perfilado como una contienda entre dos candidatos y que dejaba a Campos rezagado y fuera de la segunda vuelta.
Pero los expertos ahora dicen que las próximas encuestas podrían mostrar a Silva, ex Ministra de Medio Ambiente, por encima de Neves, en un escenario que dejaría a dos mujeres disputándose la presidencia brasileña en una segunda ronda electoral.
"(Marina) podría ser el trampolín necesario para superar la tragedia (del accidente) y convertirse en una candidata viable para la segunda vuelta", escribió Paula Cesarino Costa, columnista de Folha de S. Paulo.