Una persona murió y otra resultó herida en un intercambio de disparos entre policías y miembros de una banda de narcotraficantes en la noche del jueves en la Rocinha, la mayor favela de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, informaron hoy fuentes oficiales.
El incidente se suma a varios similares que se han registrado en las últimas semanas en barriadas pobres de Río de Janeiro, que será una de las sedes del Mundial de fútbol que Brasil organizará en 41 días.
La Rocinha, ubicada en la turística zona sur de Río de Janeiro, es una de las favelas beneficiadas con la llamada política de "pacificación" del gobierno regional, que consiste en la instalación de puestos permanentes de Policía en barriadas antes controladas por bandas de narcotraficantes.
Desde la instalación de las llamadas Unidades de Policía Pacificadora (UPP) en las diferentes favelas de las que han sido expulsados los pistoleros, los índices de criminalidad han caído significativamente, pero los cuarteles policiales se han convertido en blanco de ataques de narcotraficantes que, según fuentes oficiales, intentan recuperar el terreno perdido.
El tiroteo de anoche involucró a agentes de la UPP de la Rocinha, que fueron atacados a tiros cuando realizaban una patrulla por las calles en la cima del cerro sobre el que se expandió la barriada.
Tras un intenso intercambio de disparos que se prolongó por cerca de media hora, dos personas fueron trasladadas a un hospital público próximo, una de las cuales, un joven de 24 años, llegó muerta al centro médico.
La Policía no identificó a las víctimas ni aclaró si eran narcotraficantes o habitantes de la barriada alcanzados por balas perdidas.
Según versiones de prensa, familiares del hombre muerto admitieron que su pariente tenía vínculos con una banda de narcotraficantes pero alegaron que no andaba armado.
La Policía reforzó su presencia en la Rocinha en la propia madrugada de este viernes y realizó diferentes operativos para intentar capturar a los pistoleros que atacaron a los uniformados en los que fue arrestado un joven de 20 años.
En lo que va de este año siete favelas favorecidas por la política de "pacificación" han registrado ataques contra las unidades policiales.
