Finanzas Buen Fin Aguinaldo FINANZAS PERSONALES Buen Fin 2025

Se vale soñar

Salvador Kalifa

El 19 de febrero pasado se reunieron en la ciudad de Toluca los tres mandatarios de los países que forman parte del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN): Canadá, Estados Unidos (EU) y México, para conmemorar el vigésimo aniversario de la entrada en vigor de ese tratado.

Desde su negociación cada país presentó sus ideas sobre lo que debía cubrir y no cubrir el tratado. Incluso, como se recordará, una vez aprobado por la administración del presidente George H. Bush en EU, su sucesor, William J. Clinton, agregó disposiciones laborales que calmaran a los que temían que México absorbiera un gran número de empleos de EU.

Durante la presidencia de Vicente Fox en México se habló de ampliar el TLCAN para convertirlo en un mercado común de América del Norte, tomando como ejemplo lo que en ese entonces era el modelo exitoso de la Unión Europea, con una libre movilización de la mano de obra en la región norteamericana.

En Toluca, por su parte, se acordó avanzar en el proceso de integración, pero sin metas específicas que permitan anticipar la evolución futura del TLCAN. Mientras tanto, en los tres países se han sugerido alternativas, algunas de las cuales se recogen en la Declaración Conjunta de los Líderes de América del Norte.

De la reunión de Toluca me llamó la atención una modificación radical en la postura de México en materia de energéticos. Cuando fue negociado el TLCAN, nuestro país sostuvo que excluía el tema del petróleo y otros hidrocarburos, cuya propiedad y explotación son todavía hoy exclusivas del Estado Mexicano.

Ahora, la Declaración de Toluca establece que "A fin de ampliar avances recientes en este ámbito, nuestros ministros de energía se reunirán más adelante en 2014 para discutir oportunidades para promover estrategias comunes en materia de eficiencia energética, infraestructura, innovación, energía renovable, fuentes de energía no convencionales, comercio energético, y el desarrollo responsable de recursos, incluyendo la elaboración de estudios técnicos relevantes".

En ese contexto, la intención de México, según se deriva de comentarios de Emilio Lozoya, director actual de la paraestatal Petróleos Mexicanos, es que nuestros socios comerciales acepten nuestras ideas sobre la aplicación de un enfoque regional a la disponibilidad y utilización de los energéticos.

En declaraciones a la agencia de noticias Bloomberg, previas a la reunión de Toluca, Lozoya afirmaba que "México, EU y Canadá deberían trabajar juntos en temas como regulación e infraestructura para hacer el uso más eficiente de la producción continental de energéticos que está remodelando los mercados globales".

No me parece que EU y Canadá estén dispuestos a cambiar las reglas del juego en sus países para satisfacer las preocupaciones de regulación e infraestructura de su contraparte mexicana. Menos cuando EU y Canadá han elevado significativamente su producción de petróleo y gas, mientras que México la ha visto declinar sistemáticamente por la exclusividad que mantiene el Estado en el sector.

La Agencia de Información de Energía de EU indica que en 1994 México producía 3.2 millones de barriles diarios (mbd) de petróleo, mientras que las cifras de EU y Canadá fueron de 9.4 y 2.3 mbd, respectivamente. En 2012 nuestra producción se ubicó en 2.9 mbd, comparada con 11.1 y 3.9 mbd de EU y Canadá. Queda claro, entonces, cuáles son los casos de éxito dentro del tratado, y quién no tiene cosa alguna que enseñar a los demás.

El director de Pemex dijo, además, que "Estados Unidos, México y Canadá podrían evitar la duplicación en el gasto de infraestructura tales como oleoductos y plantas de procesamiento para ahorrar dinero y poner productos petrolíferos en el mercado más rápidamente. La ruta más rápida para el petróleo y el gas hacia los mercados en Asia puede ser a través de puertos mexicanos…".

Este comentario, por demás ingenuo, supone que contamos con una infraestructura y trámites aduaneros ágiles y mejores que los existentes en Estados Unidos, o peor aún, que nuestros socios destinarán recursos para construir instalaciones de calibre mundial en México porque serían operadas por trabajadores eficientes y productivos. ¿De veras?

Nuestro país llega tarde a la fiesta, pero quiere elegir la música y comer las mejores viandas. No veo como EU y Canadá puedan aceptar nuestra visión del sector energético, cuando más bien nosotros deberíamos imitarlos a ellos. Pudiera ser, sin embargo, que Lozoya tiene en mente el mensaje de un popular programa de televisión: "Se vale soñar".

Leer más de Finanzas

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Finanzas

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 968921

elsiglo.mx