EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Seguridad social en México

MANUEL CLOUTHIER

Cuando hablamos de economía social de mercado o del enfoque social de un gobierno es necesario poner el acento en la pregunta, ¿cómo está la seguridad social?

Un sistema de seguridad social obliga al menos a contar con seguro médico, seguro de invalidez y muerte, seguro de pensión de retiro y seguro de desempleo. En México no existe el seguro de desempleo y es la indemnización por despido lo que cubre parcialmente ese concepto.

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se gesta, en idea, en el sexenio de Lázaro Cárdenas, como parte de la herencia de la revolución mexicana. Sin embargo, es hasta el gobierno de Manuel Ávila Camacho en 1943 que se promulga la ley que crea al instituto, y el 1 de enero de 1944 cuando comienza a operar cubriendo 4 ramos: Enfermedades y accidentes de trabajo; enfermedades en general y maternidad; invalidez y muerte; y desocupación por edad avanzada. Y se nombró como primer director general a Vicente Santos Guajardo.

Todo director del IMSS debe ser, por supuesto, un buen administrador, pero debe estar impregnado a su vez de una alta sensibilidad, y sentido social y humano, además de una visión de largo plazo. El IMSS ha sido una institución fundamental en el desarrollo social, político y económico del país y ha tenido directores de la talla de don Antonio Ortiz Mena, Ignacio Morones Prieto, don Jesús Reyes Heroles, don Arsenio Farrell, don Ricardo García Sainz, y Genaro Borrego, entre otros.

El Seguro Social es patrimonio del pueblo mexicano, es una institución pública y de régimen obligatorio que vive de cuotas tripartitas, que cubren empresarios, gobierno y los trabajadores. Sin embargo, en la cultura patrimonialista e irresponsable del viejo régimen, se dilapidó el patrimonio de la institución y especialmente el de los trabajadores, gastando en gasto corriente y superfluo los fondos que solventarían las pensiones de retiro. Es decir, algunos irresponsables vieron que el Instituto tenía muchos recursos financieros y se los gastaron, olvidándose que ese dinero no era del IMSS, sino de los trabajadores, y que además era para cubrir sus pensiones a través del tiempo.

Esto obligó al gobierno del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000) a reformar la ley y a crear entre otras cosas, el SAR (Sistema de Ahorro para el Retiro) y evitar que nuevamente el dinero para el retiro de los trabajadores fuese "gastado" por el gobierno irresponsablemente en lugar de ser parte importante del ahorro nacional.

Hoy el IMSS tiene más de 10 millones de afiliados y atiende a más de 40 millones de beneficiarios, sin embargo, en la institución persisten problemas financieros, dificultades con el sindicato y se tienen además servicios médicos que distan mucho de ser de la calidad que requieren y demandan los derechohabientes.

Es una pena que en su paso por el gobierno federal el PAN, un partido que se dice humanista, no haya hecho nada por humanizar esa institución en 12 años. Yo espero que hoy el PRI al regresar a la presidencia de la república decida humanizar el trato a los beneficiarios del IMSS en los diferentes servicios que presta, especialmente en el servicio médico y medicinas.

Es cierto, dirán que se requiere dinero, pero la verdad es que lo principal que se necesita es voluntad y creatividad tanto del gobierno como del sindicato. Recientemente vimos a miles de médicos del Instituto marchar por las calles diciendo que no son Dios, y tienen razón; pero también los derechohabientes y beneficiarios del instituto no son animales, son personas que requieren un trato digno y también tienen razón.

Twitter: @ClouthierManuel (Empresario)

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1013144

elsiglo.mx