A los hombres por sus obras los conoceréis, esta frase es aplicable a la noble labor a quien por más de cincuenta años, como deportista e incansable promotor y patrocinador de equipos de basketball llevó con gallardía el nombre de su querido Torreón a diferentes regiones del país y del extranjero en los equipos que dirigió, patrocinó e impulsó a los equipos Torreón, Torreón Júnior, Cachorros del Torreón, Torreón Campeón, Esparta y al de los inolvidables veteranos del Torreón Campeón.
La cancha de la Escuela del Centenario (conocida como la catedral del basketball) es testigo mudo de los vibrantes y emocionantes partidos entre los que destacaba el que se llevaba a cabo con el equipo de los hermanos Ayup de la vecina ciudad de Matamoros y de Gómez Palacio y Ciudad Lerdo; el alumbrado, las tribunas, la reposición de los tableros, y el primer reloj electrónico en la ciudad lo tuvo la cancha de la Centenario, fueron algunos de los apoyos que sufragó de su peculio don Alfonso; amén del pago de arbitrajes, balones, uniformes, viajes, apoyando con becas a deportistas de escasos recursos haciéndolo siempre en forma callada sin esperar algún reconocimiento a sus loables acciones.
De los logros en el fomento al deporte destacan el haber establecido la primera academia de baloncesto en nuestro país, llevando a la práctica la frase "Mente sana en cuerpo sano", con estas acciones permitió alejar a la juventud del vicio y la vagancia; fue quien gestionó ante don Braulio Fernández Aguirre, quien cuando siendo gobernador del Estado le solicitó la construcción de un gimnasio para que la juventud deportista lagunera tuviera un lugar más digno para la práctica de su deporte preferido, y no estar a expensas de las inclemencias del tiempo y con más comodidad al jugar en una duela de madera y no en una de cemento o pavimento.
Esta gestión desconocida para la mayoría de la población tuvo sus frutos en el año de 1969, concluyéndose el majestuoso gimnasio-auditorio que todos conocemos, don Braulio previo a la inauguración le dijo en su momento a don Alfonso que en reconocimiento a su labor encomiable el inmueble llevara su nombre, a lo cual el Sr. Esparza se negó, como prueba de su humildad y sencillez.
A la fecha se le han efectuado diversos reconocimientos a su valioso y destacado desempeño en el ámbito deportivo como el efectuado el 29 de abril del 2006, al develarse su busto en la Calzada de los Deportistas Ilustres de la Unidad Deportiva "Braulio Fernández Aguirre"; el homenaje post-mortem que el Ayuntamiento de Torreón, encabezado por el Lic. José Ángel Pérez Hernández, le otorgó el 15 de septiembre del 2006, al inicio de los festejos del centenario de nuestra ciudad.
Se han celebrado por varios años torneos de basketball en su honor con una liga que lleva su nombre. En el Colegio América, desde hace varios años, su director el Profr. Rodolfo Silva Rosales (exintegrante del Torreón Campeón) dignifica su memoria con torneos en su nombre.
La Asociación Nacional de Ciudades Hermanas le hizo un reconocimiento en el año 2006 como el primer embajador deportivo de la región al propiciar los primeros intercambios deportivos con la ciudad hermana de Fresno, California, llevando a competir a sus equipos Torreón y Torreón Campeón y recibiéndolos en visita recíproca, además de ser el promotor de la primera visita a nuestra ciudad del famoso equipo de los "Harlem Globetrotters", el equipo norteamericano "La Estrella de David", así como los famosos "Dorados" de Chihuahua.
Personajes como don Alfonso Esparza Hernández son los que hacen engrandecer nuestra Comarca Lagunera, ya que él llevó siempre un deporte en su corazón, por los motivos expuestos nuestra ciudad le debe un merecido reconocimiento, autorizando que el majestuoso auditorio-gimnasio que gestionó incansablemente lleve su nombre, siendo ejemplo para los deportistas del ayer, hoy y del mañana.
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