Este tipo de embarazos se caracterizan por la no formación del embrión aunque exista saco gestacional. (ARCHIVO)
Una alimentación deficiente, uso de drogas, así como alcoholismo y tabaquismo, sin omitir la edad en las mujeres ya sean muy jóvenes o añosas, constituyen los principales factores de riesgo para el desarrollo de embarazos anembriónicos.
Este tipo de embarazos se caracterizan por la no formación del embrión aunque exista saco gestacional, indicó la experta en Gineco Obstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Sulette Ruiz Chaurand.
“Esto generalmente pasa en pacientes con un estado nutricional deficiente, que fuman o toman alcohol o consumen drogas, o también en extremos reproductivos de la vida ya sea que son adolescentes o mujeres arriba de los 35 años; en el hombre más bien se asocia a alcoholismo, tabaquismo o uso de drogas”, indicó.
Refirió que se trata de un embarazo en donde existió la fecundación y la implantación del óvulo en el útero de la mujer, posterior a la formación de un saco gestacional, pero por alteración cromosómica se genera un error debido a que el óvulo o esperma no cuentan con el número de cromosomas requeridos para formar un nuevo ser.
Explicó que la fase en la que un producto pasa de ser una célula a un embrión se considera en la semana 11 de gestación, en este tipo de embarazos no hay esta transición, y es factible detectar la ausencia de embriogénesis practicando un eco trasvaginal a la gestante entre la sexta y séptima semana del embarazo.
En ciertos casos, indicó Ruiz Chaurand que se produce un aborto espontáneo cuyos síntomas son cólico y sangrado vaginal antes de los tres meses de embarazo, por lo que ya no es necesario someter a la paciente a ningún proceso.
En otros casos, explicó que se tendrán que realizar otros procedimientos para que la paciente pueda expulsar el saco gestacional vacío o incluso practicarle un legrado si el aborto se produjo incompleto.
Para la detección de este tipo de embarazos, señaló, es necesario realizar dos pruebas de eco trasvaginal, repitiendo a las 48 o 72 horas el segundo estudio, a fin de confirmar la ausencia del embrión en el útero.
Afirmó que es factible que incluso una mujer que haya tenido un primer embarazo normal, curse con un anembriónico en su segunda gestación, por lo tanto lo ideal es recurrir a los servicios de consulta preconcepcional si se busca tener hijos.
En este servicio, resaltó Ruiz Chaurand que es factible prevenir este tipo de anomalías detectando y eliminando factores de riesgo antes mencionados tanto en la mujer como en su pareja, prepararse para buscar el embarazo teniendo una buena alimentación.
Asimismo, tomar ácido fólico, tanto por parte de la mujer como del hombre dado que su ingesta tres meses antes contribuye a mejorar la calidad de óvulos y espermas para lograr una fecundación, concepción y formación del embrión y feto exitosa.
La experta añadió que es importante que una mujer que haya presentado un embarazo anembriónico y busque embarazarse posteriormente espere por lo menos seis meses entre un proceso y otro.
Manifestó que el embarazo anembriónico es relativamente frecuente en el servicio de Gineco Obstetricia de este nosocomio, en el cual se atienden hasta ocho casos al mes.
