Se registra hasta un 20 por ciento de sobre-diagnóstico en personas de la tercera edad a causa de ignorar algunos aspectos al medir la presión. (ARCHIVO)
El geriatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Antonio Kobayashi Gutiérrez, dijo que se registra hasta un 20 por ciento de sobre-diagnóstico en personas de la tercera edad a causa de ignorar algunos aspectos al medir la presión.
Indicó que lo anterior se debe a factores que van desde cambios propios de la edad hasta las condiciones en que se hace la medición de este importante parámetro.
En lo relativo a los cambios orgánicos subsecuentes a la edad, el geriatra del Hospital de Especialidades del IMSS en Jalisco explicó que las estructuras arterio-venosas tienden a endurecerse, es decir, pierden su elasticidad y esto redunda en modificaciones en la velocidad con la que la sangre circula.
Por otro lado, indicó que si la presión arterial se mide, por ejemplo, posterior a cinco minutos de que el adulto mayor estuvo caminando, pueden aparecer resultados alterados, e igualmente si mientras se le está haciendo el estudio, el paciente está hablando o inclusive si está estresado “el sólo hecho de mencionarles al médico los estresa”.
Dijo que cuando la presión arterial se toma de forma correcta, el pulso no debe sentirse cuando el baumanómetro está apretando al máximo el brazo, el cual además debe estar totalmente relajado, sobre una superficie plana y rígida.
Por lo general, se considera normal una presión de 120/80, de manera que cuando ésta da lecturas de 160 sobre 100, es importante buscar atención médica, en tanto que si el resultado da 140 sobre 90, con una dieta baja en sodio, se pueden conseguir buenos resultados para regularla, dijo.
“Habitualmente en el adulto mayor la causa de hipertensión no es específica, se cree que es sobre todo una hiperreactividad a la sal, pues cuando se pone al paciente en una dieta hipo sódica se tiene un buen resultado”, agregó el geriatra, quien dijo que esto no significa falta absoluta de sal, sino una disminución en la cantidad que se consume.
Añadió que el tratamiento recomendado para el adulto mayor con hipertensión incluye también evitar el consumo de alcohol y tabaco y realizar actividad física periódica, acorde a sus condiciones.
En caso de que el paciente no responda a los seis meses de haber iniciado la dieta, se considerará un tratamiento médico a base de fármacos, dijo.
El especialista exhortó a la población a inculcar en el adulto mayor la cultura de la prevención como visitar a su médico con regularidad aunque no exista ningún malestar o padecimiento, y sobre todo mantener un estilo de vida activo y saludable.
