Pena. Las penas familiares se multiplican en el proceso de migración, muchas veces fallido.
El 80 por ciento de los niños migrantes centroamericanos se separan de ambos padres durante el proceso migratorio, aseguró Marcelo Suárez Orozco, decano de la Escuela de Posgrado de Estudios de Educación e Información de la Universidad de California en Los Ángeles.
En el caso de los centroamericanos, señaló, 49 por ciento de los hijos de padres migrantes se separan de sus padres por más de 5 años.
Durante su participación en el coloquio México-Santa Sede sobre migración y desarrollo, que tuvo lugar el lunes en la Cancillería, el investigador explicó que los datos provienen de un estudio que realizó tomando como muestra 400 niños migrantes recién llegados a Estados Unidos procedentes de México, Centroamérica, el Caribe y China, por un periodo de 5 años.
Expuso que la migración es un acto ético de y para la familia, y que separaciones y reunificaciones son lo normal en el marco patológico de las políticas migratorias del siglo 21.
"Los datos son alarmantes. La migración en el siglo 21 desgarra a la familia", aseguró.
Suárez dijo que la catástrofe en la frontera sur de Estados Unidos no tiene soluciones unilaterales.
"Millones de criaturas se quedan en el limbo perpetuo", sentenció.
