Ibaka no está seguro si participará en el tercero de la serie y que mucho dependerá de cómo se sienta en la mañana. (EFE)
Serge Ibaka caminó lenta y cuidadosamente, pero sin cojear, antes de hablar con la prensa la tarde de ayer.
Mucho se ha dicho sobre la ausencia del astro defensivo del Thunder de Oklahoma City en los primeros dos partidos de la serie final de la Conferencia del Oeste contra los Spurs de San Antonio.
El ala-pivote sufrió un esguince en la pantorrilla izquierda en la serie previa de la postemporada, y el Thunder señaló en principio que estaba descartado para el resto de los play-offs. El equipo cambió de parecer el viernes y declararon que será evaluado día a día. Ibaka se ejercitó ayer pero no participó en la práctica, antes de hablar con reporteros por primera vez desde el cambio de pronóstico.
Con Ibaka, líder de tiros bloqueados de la liga, el Thunder fue uno de los mejores equipos defensivos de la NBA. Sin él, los Spurs acertaron al menos 50% de sus disparos en los primeros dos duelos de la final de conferencia, imponiéndose por una diferencia total de 52 puntos. Mientras permaneció de pie durante la sesión de cinco minutos con la prensa, usando una media negra de compresión sobre la pantorrilla, Ibaka desestimó las aseveraciones de que su presencia le convertiría en un salvador en el tercer partido a realizarse hoy domingo.
"He estado escuchando a mucha gente diciendo que mi equipo perdió dos partidos porque no pude jugar", dijo. "Eso no es verdad. Yo creo en mis compañeros de equipo. Ellos pueden ser mejores conmigo o sin mí. No es excusa que Serge Ibaka no haya estado ahí. Simplemente San Antonio jugó mejor basquetbol en los dos primeros partidos".
Ibaka dijo que en ocasiones gritó a su aparato de televisión al observar situaciones en las cuales pudo haber realizado jugadas durante las derrotas.