Lucha. Manifestantes siguen protestando en las calles. (EFE)
Las barricadas de la protesta democrática de Hong Kong se reforzaron tras un día de intentos enfrentamientos entre opositores y partidarios del movimiento y después de que la policía advirtiera de que las calles tienen que quedar desbloqueadas pronto.
Unas 500 personas a favor de Beijing se enfrentaron ayer a decenas de manifestantes en el área de Admiralty, desde donde los activistas centralizan las protestas, alrededor de los edificios de la administración gubernamental.
El amplio grupo de opositores a la protesta llegó al mismo tiempo a una de las calles principales tomadas por los activistas, y sus integrantes empezaron a derribar las vallas ante el rechazo de apenas medio centenar de manifestantes democráticos.
"Llegaron de repente, algunos con objetos punzantes y empezaron a cortar los cables que sujetan las vallas. Una vez dentro, empezaron a empujarnos e increparnos", dijo Jeff Mui, uno de los estudiantes que fue testigo de los altercados.
Al mismo tiempo, dos camiones provistos de grúas empezaron a retirar barricadas y tiendas de campaña. Y una decena de taxis trató, sin éxito, de pasar por encima de las barreras.
"La policía no hizo nada por proteger nuestras tiendas y propiedades mientras eran literalmente destruidas", señaló Mar Hoi, otra estudiante local.
Los altercados, que duraron cerca de 40 minutos, se saldaron con tres detenidos por posesión de armas peligrosas y asalto. La policía desplazó al contingente pro-Beijing a varios metros de distancia de los manifestantes.
Tras las detenciones, en el área de Admiralty, los activistas se apresuraron a conseguir refuerzos.