Sabor. Porque un 'taco sin limón no es taco', los comerciantes de este giro optaron por subir el precio de sus platillos que no ofrecerlo.
Los tacos y los cocteles de mariscos están en riesgo de perder su sabor. Con el incremento desmedido en el precio del limón ha obligado a los comerciantes de diversos giros también a incrementar el precio de sus productos, o bien, dejar de ofrecer este cítrico.
En la taquería "La Jerezana", de Gómez Palacio, se vieron obligados a subir por lo menos 10 pesos la orden de tacos desde el pasado jueves, a fin de compensar el gasto que les representa la compra diaria de kilos y kilos de limón.
En la barra donde se preparan los famosos "taquitos" de adobada, luce una montaña de limones enteros y partidos a la mitad, "porque un taco sin limón, no es taco", dice Alejandro Galván, empleado del lugar.
Reconoce que el aumento puede ser "peligroso", ya que podría alejar a su clientela, situación que espera no suceda, pero "no queda de otra, ya todo está muy caro, hasta la carne subió", dice.
Otra de las medidas que podrían aplicar es cobrar un "extra" por cada limón que el cliente pida después de los que se obsequian, pero reconocen que sería más arriesgado y podría espantar a los clientes.
DE LOS MARISCOS
Quien también se ha visto afectado con el precio del limón, que en este último mes ha alcanzado hasta los 50 pesos, es el puesto de mariscos "La Alameda", ubicado precisamente frente a este paseo público de Torreón.
Al igual que en la taquería, este negocio se vio obligado a incrementar el precio de sus platillos. Por ejemplo, el coctel de camarón que hasta hace un par de semanas costaba a 35 pesos ahora lo ofrece a 40 pesos, así como las limonadas, "que no podemos dejar de ofrecer porque la gente la sigue pidiendo", su costo ahora es de 25 pesos, cuando antes era de 20 pesos.
José Alberto Pérez, es el responsable del negocio, ubicado sobre la Donato Guerra, frente a la Alameda desde hace 17 años. Dice, que este año ha sido uno de los más duros, ya que la clientela en esta Semana Santa no ha sido la esperada, "ha sido uno de los años más difíciles, y ahora con el precio del limón, pues más", dice el comerciante.
El incremento en sus precios es obligado. Y es que en la mayoría de sus platillos es vital el limón, y por lo tanto es necesario "rescatar" un poco de la inversión, dice. "A veces uno le pierde".
Aunque en ambos casos es necesaria la presencia del limón, los comerciantes se muestran molestos, además del precio excesivo, por la mala calidad del producto que se ofrece.
"Tienen muy poco jugo", dice José Alberto mostrando un par de pequeños limones que después exprime obteniendo unas cuantas gotas.
MÁS AFECTADOS
Los vendedores de aguas frescas se suman a la lista de comercios afectados por este fenómeno del llamado "oro verde". En el estanquillo Noemí, también ubicado en la Alameda Zaragoza, decidieron arriesgarse y dejar de ofrecer la tradicional limonada.
Héctor Maldonado, responsable del establecimiento, comenta que debido al precio del kilo del limón, preparar una jarra de agua saldría más costosa de lo que podría "rescatar".
Y es que debido a la mala calidad del limón que actualmente se oferta en diversos sitios de la región, se requieren por lo menos cuatro kilos para preparar dicha jarra, lo que obligaría al comerciante a incrementar sus precios.
Razón, por la que se optó eliminar el agua de limón y ofrecer la de Jamaica o cualquier otra fruta de temporada. "La gente sigue pidiendo, pero no es negocio", comentó resignado.
Subieron las órdenes de tacos en Gómez Palacio debido al cítrico.
Subieron los precios de todos los platillos del negocio de mariscos.
Es el precio que ha alcanzado el kilo de limón en los últimos días.
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