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Sin marranadas por favor

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Está próxima a resolverse la licitación en la cual se decidirá la empresa que habrá de hacerse de la concesión para la prestación del alumbrado público para la ciudad de Torreón para los próximos quince años.

De entrada, el costo para que una empresa que se haya interesado en participar, estará estimando invertir alrededor de 1,200 millones de pesos, cifra por demás considerable. De ese tamaño es el interés.

Quien se alce con la concesión, claro que se hará de una facturación nominal aproximada dentro de los próximos quince años por un monto de alrededor de 2,200 millones, lo cual explica que hasta el día de hoy -ayer- se hayan inscrito once empresas que quieren participar.

Los inscritos son Alta Especificación en Iluminación, Citelum México SA de CV de Puebla; Construlita Lighthing International de Querétaro; Energétika Sustentable y Ecológica de México Distrito Federal; Energías Alternativas y Ecológicas SA de CV de aquí mismo; Interlliwitch SA de CV de Monterrey, Nuevo León; Investigación y Desarrollo Tecnológico para Servicios Eficientes SA de CV, también de Monterrey; Lámparas Ahorradoras de Estado Sólido, del estado de Jalisco; Manufacturera de Ensambles y Componentes SA de CV de Tijuana, Baja California; así como D-Alta Instalación y Diseño Eléctrico SA de CV.

Más de una decena pues de participantes esperan poderse alzar con este, a todas luces, apetitoso contrato de duración mínima de tres lustros, con opción claro está, a renovación.

Esta decisión de concesionar el servicio de alumbrado es una decisión de gran calado hecha por el alcalde Miguel Riquelme. Él, al encontrar este servicio destrozado en la ciudad -como casi todos que los dejó Eduardo Olmos- y las finanzas maltrechas, pocas opciones tenía si en realidad su convicción es devolverle a la ciudad el estatus que le fue arrebatado en el cuatrienio anterior.

Así que optó en primera instancia por tratar de hacer un contrato de participación pública privada, donde el esquema fundamentalmente sea una concesión, pero sin necesidad de licitar. Debido a lo cuantioso que significaba el contrato y todos los intereses que ello implicaba, se tuvo que decidir irremediablemente por la licitación.

Es evidente y se murmura que la empresa que va a resultar vencedora ya está predeterminada. De hecho, la "muestra" que hizo ya la empresa Cook Light donde un empresario local es presuntamente su representante, y éste a su vez tiene una clara cercanía económica con un empresario-político aunque lejano del gobernador Moreira; la liga de su amigo con Riquelme hace levantar sospechas de que puedan ser beneficiadas discrecionalmente.

Además, la historia de concesiones de este tipo en La Laguna tiene ya sus haberes. La primera de ellas y que permanece activa es la de PASA, empresa dedicada al servicio de limpia. Ese contrato se empezó a cocinar desde tiempos de Mariano López Mercado ( q.e.p.d) y finalmente se logró consumar. El término de ese contrato fue durante la administración de José Ángel Pérez, quien sea lo que sea, dejado no era cuando se trataba de defender al municipio, lo malo es que aunque voluntad tenía de hacerlo, careció de capacidad. Así que a la hora de renovar, José Ángel sólo hizo para efectos prácticos, berrinches, pero no logró gran cosa en digamos balancear el apetitoso contrato que al final PASA hubo de renovarse.

Gómez Palacio tuvo su historia cuando concesionó su servicio de limpieza. En un proceso amañado, la empresa regia Proterra se hizo con el contrato en tiempos de Ricardo Rebollo. Fue tan sucio y sin pudor, que un regidor de entonces declaró haber recibido dinero para favorecer a Proterra.

Apenas a los pocos años, luego de que Ricardo dejara casi a la mitad de su mandato la alcaldía para convertirse en diputado federal, y su administración la concluyera Mario Calderón. Rocío Rebollo, hermana de Ricardo y sucesora inmediata vía electoral, canceló el contrato con Proterra por su pésimo servicio y devolvió esa función a la propia administración municipal de entonces.

Con estos antecedentes inmediatos, es importante que todos los ojos estén puestos sobre esta inminente decisión del ayuntamiento de Torreón de designar la empresa que tendrá la chamba segura (eso es lo apetitoso del contrato) por los próximos quince años, que de suyo está correcta de origen, porque el alumbrado se mejorará a lo que hay. Pero que no vaya a estrenarse Riquelme con una marranada (por favor) tipo como la que hizo Olmos en la compra de los terrenos de la Gran Plaza, que dejó quebrado y desfalcado a Torreón, y del que todavía no se puede reponer.

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