Los organismos de seguridad de Paraguay no han recibido una prueba de vida del joven de 16 años secuestrado 22 días atrás por el grupo guerrillero que opera en el norte del país.
"Datos de inteligencia nos indican que seguiría con vida pero no tenemos prueba concreta y tampoco su familia", dijo el ministro del Interior Francisco de Vargas el jueves en conferencia de prensa.
El joven fue capturado el 2 de abril en el establecimiento agrícola de su familia en el pueblo Azotey, 440 kilómetros al norte de Asunción, y utilizado como escudo humano durante un tiroteo entre los guerrilleros y agentes militares y policiales. En el enfrentamiento murieron un militar y dos guerrilleros.
Los rebeldes del Ejército del Pueblo Paraguayo habían ingresado a la finca de su familia para robar alimentos.
De Vargas pidió al Ejército del Pueblo Paraguayo que libere al joven "porque su familia está angustiada tras haber cumplido la exigencia de distribuir alimentos no perecederos por 50,000 dólares a dos comunidades pobres" a cambio de la liberación del adolescente, lo que no ocurrió.
Los rebeldes operan en los norteños departamentos de Concepción, San Pedro y Canindeyú. Desde 2008 perpetraron numerosos ataques a puestos policiales y militares y haciendas, matando a tres militares, 13 policías y 22 civiles.