Regresa. La bandera azul y oro volvió a ondear en la ciudad ubicada en la región de Donetsk.
La bandera ucraniana vuelve a ondear sobre Slaviansk, que se rindió hoy a Kiev tras dos meses de cruentos combates entre las fuerzas gubernamentales y los separatistas prorrusos que convirtieron esa ciudad del este de Ucrania en símbolo de su sublevación.
Los milicianos que con su asalto armado a la comisaría de Slaviansk, a mediados de abril pasado, obligaron a Kiev a lanzar una operación antiterrorista para recuperar el control del este ucraniano dejaron hoy una ciudad muy dañada y abandonada por la mayor parte de sus habitantes.
Los hombres dirigidos por Ígor Strelkov, tachado de mercenario del Kremlin por las autoridades ucranianas, rompieron esta madrugada el cerco de las fuerzas ucranianas para dirigirse al sur, hacia importantes ciudades en la periferia de Donetsk, capital de la región homónima con un millón de habitantes.
Poco después de plantear combate a los ucranianos para abrir una brecha entre sus tropas y salir de Slaviansk, un nutrido grupo de milicianos armados y medio centenar de vehículos y blindados llegaron a la vecina Kramatorsk, donde aseguran que han trasladado su nuevo centro de operaciones en la zona.
Sin embargo, el ministro ucraniano de Interior, Arsén Avákov, y numerosos testigos citados por los medios ucranianos apuntaron que la mayor parte de los insurgentes se trasladó a Górlovka, Yenákievo y Donetsk, todas ellas bajo control de los separatistas.
Una columna de al menos cuarenta vehículos, entre ellos varios camiones pesados, con hombres armados y vestidos con uniformes de camuflaje, llegó hoy a Górlovka, según medios de esa ciudad de 250.000 habitantes, a menos de 40 kilómetros al norte de la capital y a unos 80 al sur de Slaviansk.
Otra gran columna de vehículos con insurgentes a bordo se dirigió a a la vecina Yenákievo.