El pasado 13 de agosto, el gobernador del Banco de México, Dr. Agustín Carstens, advirtió que un incremento arbitrario al salario mínimo puede provocar tres reacciones indeseables: 1) una mayor inflación, ya que las empresas podrían trasladar el incremento salarial a los precios; 2) reducir la generación de fuentes de empleo, ya que las empresas evitarían contratar más trabajadores o, incluso, despedir a parte de ellos; y 3) incentivar una mayor economía informal, ya que las empresas podrían evadir dicho incremento contratando a trabajadores de manera informal.
Con respecto a si el incremento del salario mínimo, puede provocar inflación, conviene recordar que desde hace casi cuatro décadas el salario mínimo ha perdido gran parte de su poder adquisitivo. De acuerdo a una investigación realizada por la Comisión de Política Exterior de la SRE, en 1976, con el salario mínimo de un día se podía comprar: un kilo de bisteces, un kilo de huevos, un kilo de tortillas, diez bolillos y un litro de leche. Hoy con el salario mínimo de $67.29 diarios apenas alcanza para comprar medio kilo de bisteces, $126.00.
Según el Dr. Carstens, debemos concentrarnos en implementar de forma adecuada las reformas para aumentar la productividad y de esa forma incrementar el salario mínimo. Sin embargo, de acuerdo con un estudio de Mkinsey and Company la productividad ha venido creciendo a una tasa de 0.8% anual, lo cual implica esperar demasiado a que se pueda hablar sobre el tema. Esto es preocupante, porque incluso en países, con menores de PIB por habitante, como Honduras el salario mínimo es 56% superior al de los mexicanos. En este país centroamericano, el salario más bajo es de 5,114.46 lempiras mensuales que resulta en 241.75 USD. Mientras que el salario mínimo en México, es de $2,046.00 pesos mensuales que resulta en 154.83 USD.
La comparación del salario mínimo de los trabajadores mexicanos con el salario más bajo de los ticos resulta mucho peor. En Costa Rica el salario mensual más bajo, para trabajadores no calificados, es de 283,387.89 colones que resulta en 510.10 USD. De esta manera, el salario mínimo de los mexicanos apenas representa el 30% del salario más bajo de los ticos. Estas comparaciones, nos deben llevar a reflexionar sobre la pertinencia de esperar a que los índices de productividad en México aumenten para subir el salario mínimo, ya que el rezago que tenemos en comparación con otros países es alto.
En relación con el hecho de que el incremento al salario mínimo puede reducir la generación de nuevas fuentes de empleo, esto puede tener sus matices, ya que el salario mínimo actual también puede servir para disuadir la demanda de empleo. Muchas personas que llegan a las ciudades realizan alguna actividad comercial o de servicio informal, porque puede resultar mejor pagada que trabajar en un trabajo formal por $67.29 por día, por ejemplo, una persona que limpia parabrisas puede ganar en tan sólo cinco horas entre $150.00 y $200.00.
En relación con el hecho de que el incremento al salario mínimo puede incentivar una mayor economía informal, el salario mínimo actual también puede estar incrementándola y no es posible medirlo si la tasa de desempleo abierto deja de fuera a algunos sectores. Debido a que la tasa de desempleo abierto se calcula como una proporción de la población económicamente activa (PEA), todas las personas que trabajan en los semáforos dejan de formar parte de la PEA y del desempleo abierto. Puede ser por esta razón que para septiembre de 2014 la tasa de desempleo abierto en México sea de 5.20%, mientras que en España sea de casi el 25%. Sin embargo, algunos analistas han estimado que si consideráramos como desempleados a los millones de personas que trabajan en la economía informal, la tasa de desempleo abierto en México podría superar el 40%.
El análisis sobre la pertinencia de aumentar el salario mínimo debe seguir y estar sustentado con todas las variables que puedan influir para decidir si es una medida viable o no, sin embargo, entre más nos tardemos en tomar una decisión más fuertes pueden ser las implicaciones para el país.
