Grata impresión ha dejado Andrés Rentería en la delantera de Santos. El llamado a ocupar el lugar de estrella del equipo ante la salida de Oribe Peralta, es "Chuletitas" Orozco, que poco ha pesado. Darwin ya estaba brillando con luz propia y ciertamente el joven colombiano tiene torneos atrás demostrando que tras mucha (y casi santoral) paciencia, puede aportar al equipo.
Aunque ya conocíamos estos destellos de buen futbol, no ha dejado de ser sorpresivo lo mucho que ha pesado Rentería en estos dos primeros juegos para la causa santista. Corre, corre, corre. Busca el balón, crea jugadas de peligro, mete la pierna, se equivoca, se cae, pierde la pelota, mete centro al área, conduce con balón dominado, pisa el área chica, falla goles, mete goles. En pocas palabras, es sumamente participativo.
Las acciones negativas que nombro, el equivocarse, caerse, fallar, son casi normales en las primeras jornadas de cualquier torneo, pues los motores apenas están calibrando y la puntería poco a poco se va perfeccionando, pero lo que no se vale es desaparecer en la cancha, no pesar, ni tocar balones, no arriesgar, ni intentarlo. Si a Rentería le pasan tantas cosas durante los noventa minutos de juego es porque ahí está, porque lo busca y encuentra.
Lo mismo podría decir de Darwin, pero de Darwin se esperaba eso y ahora sin Oribe, más. Él es ahora el elegido para ser el líder de la ofensiva verde, quien comande los ataques, el hombre de experiencia, el del colmillo y buen futbol, teniendo como fieles escuderos a Rentería y Orozco. Hasta el momento, la dupla colombiana ha funcionado bastante bien, crean numerosas jugadas de peligro y no tengo duda en que será la delantera más peligrosa de todo el futbol mexicano. Aún ante el América de Jiménez y Oribe.
El nuevo refuerzo de Cabo Verde, Djaniny, sigue siendo un misterio. Cuando toca el balón, lo hace con estilo pero con lo poco que ha jugado es difícil ver su real calidad y prácticamente no ha pesado. El estilo de juego que han duopolizado Rentería y Darwin (no es crítica, me gusta y mucho que lo hagan) hacen que Santos juegue mucho por afuera y que sean ellos, con balón dominado, quienes entren al área y generen peligro. Casi juegan solos y es hasta espectacular, pero poco estamos viendo a Cejas, Orozco y Djaniny que esperan dentro o fuera del área rival un centro o una pared que rara vez va a llegar por las características de los colombianos que más bien prefieren terminar las jugadas por sí mismos.
Lo cierto es que Santos Laguna tiene muy interesantes y atractivas variantes al frente y eso el espectador siempre lo va a agradecer.
Twitter: @AlexRodriguezSa