Conforme transcurre el partido del Santos, hay cosas que me preocupan sobre el funcionamiento del equipo, pues yo le voy a los Guerreros. Eso de que el comentarista de futbol no puede irle a tal o cual club, de mentiroso, me parece incongruente, conservador y bobo. Además, ¿qué amargado lo dijo y qué ignorantes siguieron tan violento dogma? Uno se vuelve analista deportivo por amor al futbol, pero por supuesto también a una camiseta en especial y la mía siempre ha sido y será la de Santos Laguna. Que el comentarista de futbol debe ser objetivo, ahí sí, eso no lo refuto y hasta lo aplaudo y es cuando quizá la afición o los mismos integrantes del equipo en cuestión no lo entienden: "Es que tú nomás nos echas", "Ni parece que le vas al Santos", "No apoyas", son tres frases muy comunes a manera de reproche que uno como comentarista tiene que estar recibiendo en reuniones sociales o encuentros casuales por la calle.
El periodismo en México no está del todo entendido, y no hablo en concreto del deportivo, sino en todos los aspectos: político y cultural. Hay tantos periodistas (habría que entrecomillar la palabra) al servicio de un partido político, tantos que resaltan y alaban las actividades culturales (sin realmente ver si tuvo calidad o no), que no hay espacio real para la crítica y cuando ésta llega, lo tachan de enemigo, cosa totalmente contraria. Un amigo es el que te dice tus errores, y te los dice a tiempo, además.
No quiero decir que yo quiero ser amigo de Santos. A veces me consideran y a veces me ignoran y con tanta inestabilidad, ¿en dónde pararme? Pero da igual. Yo le voy al equipo por lo que significó para mí en mi infancia y como un muy valioso icono de una tierra a la que estoy tan arraigado y que tanto importó a mis antepasados. Que me saluden, que me inviten, que me regalen, que me consideren, poco importa. Lo que me gusta es que el equipo ande bien, y con el conocimiento que creo tener sobre futbol hago una aportación periodística para generar opinión pública, es decir, para que el aficionado tenga un criterio, que no compre cualquier cosa y que reciba el producto que está pagando. No para que Caixinha me haga caso o que Santos gane gracias a mí, idea descabelladísima (saludos al Sr. Rosell) que otros periodistas sí manejan: "Santos mejoró, Santos ganó, Santos calificó gracias a lo que dijimos nosotros". Jamás me atreveré a tamaña vanidad y fantasía.
Muchas veces me equivocaré en mi percepción, pero será mía, será auténtica y no tendrá veneno, sino que, como ha sido a través de tantos años que llevo en la crítica deportiva, será una opinión con el fin de señalar lo que se está haciendo bien o mal, para que (si quieren, para el caso que me hacen) se continúe, ajuste o modifique según sea el caso. Pero como una opinión que se considera y se suma a otras, jamás como una verdad o como un absoluto, dos cosas que nadie, ningún ser inteligente puede presumir de poseer.
Twitter: @AlexRodriguezSa