Santos Laguna finalmente levantó la enorme Copa MX. Al iniciar año futbolístico, tanto la directiva como el entrenador Pedro Caixinha declararon que irían por los dos torneos, y de alguna forma así ha sido. Ambos se han jugado con el plantel titular, con el mismo nivel de compromiso, aunque no necesariamente con los mismos resultados.
En los diferentes espacios en los que colaboro me pronuncié en contra de la Copa MX desde su formación, prácticamente por una razón: de todos es sabido, aunque no muy entendido, que el futbol es un distractor en la sociedad. Hay cosas importantes, eventos con la familia, trabajo, proyectos, negocios, estudios, deberes y puedo continuar. Pero afortunadamente existe el futbol y en sí el deporte para darnos un respiro de todo esto que acontece en el día a día. Hay que resolver y cumplir con tantas cosas, que ver el fin de semana un buen partido de futbol, del equipo de su preferencia, no puede hacerle daño a nadie.
Ahora bien, yo veo la Copa MX como un distractor del distractor. Me gusta bastante el futbol pero debo decir que ya es demasiado futbol. Si en la semana sumamos el tiempo que consumimos este deporte a manera de producto en el estadio o frente a la televisión (dos partidos del equipo local a la semana, dos juegos de Champions League, uno el martes y otro el miércoles, alguno que otro juego de interés en la liga de México, otro de la liga española, más dos o tres cotejos de NFL, más, lo peor, todos los programas deportivos que presentan las reseñas y críticas de lo anteriormente visto, (como en los que colaboro…) es simplemente demasiado, no lo tenemos bien colocado en nuestro estilo de vida y lejos de ser una diversión o un entretenimiento, se ha convertido en parte muy activa de nuestra rutina.
Es por eso que yo vi con malos ojos la creación (muy forzada, para mi gusto) de esta Copa MX. Una eterna fase de grupos, equipos con su segundo plantel, oportunidad para debutar jóvenes o dar juego a quien sale de sus lesiones, experimentos, equipos de Primera A derrotando a indiferentes equipos de la liga y una suma de ingredientes no del todo atractivos.
Vi que Cruz Azul, Morelia y Tigres, cuando la obtuvieron, justificaron con tal logro el mal paso en la liga en tal año y ése es precisamente el mayor peligro de obtener la Copa MX, una institución puede adormecerse con esta Copa y olvidar los principales y reales objetivos que son la liga y los torneos internacionales.
Partidos como el Tigres-Santos en la semifinal, son los que podrían darle a esta Copa un prestigio. Si se convierte en un torneo que los equipos, todos, juegan con intensidad, dejándolo todo como hicieron Felinos y Guerreros, en definitiva el peso e importancia de la gran copota colorida va a cambiar.
Hoy por hoy existe y Santos la ganó. Enhorabuena para la institución porque se hizo todo por obtenerla, y hasta eso, realmente llegó a emocionarnos. Ojalá vaya acompañada con buenos resultados en la liga para que su sabor sea más real y verdadero, pues haber eliminado en la Copa a Monterrey y Tigres en un solo torneo, nunca es poca cosa.
Twitter: @AlexRodriguezSa
