Las formas serán muy importantes ante la casi inminente salida de jugadores históricos y clave en los logros de los últimos años en Santos Laguna. Entiendo perfectamente que dos pilares como Juan Pablo Rodríguez y probablemente Oswaldo Sánchez no figuren en las filas el próximo torneo. Lo comprendo porque esto que está sucediendo es parte del futbol, como en todo, la renovación, el fin de ciclos y los cambios son necesarios para obtener una constante evolución en cualquier ámbito de la vida en que se trabaje.
Además, a ambos futbolistas no les ayudan dos cosas, la edad y la probable dependencia que el plantel siente a lo que ellos piensan, dicen, juzgan o mandan. Cortar de raíz hábitos, sean buenos o malos (en este caso, tantas liguillas, finales, excelentes actuaciones por parte de los dos, habla de lo comprometidos que estuvieron siempre con el equipo) se torna necesario cuando se quiere cambiar de fondo, como Santos busca, la manera de comportarse en el terreno de juego.
Por otra parte está el extraordinario Darwin Quintero, que en pocos torneos, con espectaculares goles y mucha constancia se ha convertido en uno de los delanteros más importantes en la historia del equipo. Es quizá el delantero más peligroso de todo el futbol mexicano, en cuanto a generación de jugadas ofensivas en el arco contrario. Los tres, Oswaldo, Juan Pablo y Darwin, reúnen todos los requisitos para que en su retiro se conviertan en Guerreros de Honor, cosa que confío así será. Se trata del portero más importante en la vida del equipo, el contención con más partidos, finales y campeonatos conseguidos y un delantero que se convirtió en ícono de los Guerreros.
Que salgan, como salió Oribe el torneo pasado, se puede comprender, porque el futbol es también movimiento y cambios y a veces, como en el caso de Oswaldo, tiempo de contemplar el retiro.
Hace seis meses Oribe dio una rueda de prensa, explicó las causas, leyó a sus aficionados laguneros una despedida, agradeció y se fue por la puerta grande y con toda dignidad. Ojalá que Juan Pablo, Darwin y Oswaldo si se va, hagan algo parecido, no tiene que ser exactamente la ceremonia que Oribe utilizó, pero al menos tener el contacto con la afición guerrera que tanto los quiere, a quien tanto quieren ellos y que han coexistido armónicamente durante tantos años. Este ha sido un largo viaje de logros y tropiezos en los que estos tres jugadores han estado, pero siempre con su afición y ambos portando el escudo de Santos Laguna. No quiero ser melodramático, pero me gusta la Historia y sé que hay que dar un lugar, su verdadero valor, a quien como Juan Pablo, Oswaldo y Dawin, como Oribe en su momento, se lo han ganado.
Twitter: @AlexRodriguezSa
