Todo en Santos es interesante en esta pretemporada, hasta enigmático. Las prometedoras contrataciones, en apariencia bien pensadas y necesarias que al parecer se están realizando. La increíble disminución de la nómina que tendrá el equipo y que sin duda se verá beneficiado en las finanzas del club, pues no es un secreto que Oswaldo, Juan Pablo y Darwin eran los mejores pagados. También se reducirá considerablemente el promedio de edad en el equipo, esto sobre todo ante la salida de Rodríguez y el joven cuarentañero guardamenta.
Reforzar la portería, la contención, el tan frágil lado derecho, tener una media cancha que sí imponga, reconocer que Ribair y Cejas no daban para más en el equipo, el cierre de ciclos de jugadores tan queridos e históricos como Oswaldo, Juan Pablo, Darwin y Figueroa, habla de que el tiempo transcurre y que nada está definido por muy fuerte y estable que haya sido en el pasado.
Pero no deja de ser sorpresiva la forma en que Juan Pablo y Oswaldo repentinamente salen del club, sea esto justificado por cuestiones deportivas o no. O de planeación, o de liderazgo, o de vestidor o de que quizá tenían moralmente más influencia en el resto del plantel que el propio Caixinha. Todo se puede explicar, y habrá quien esté o no de acuerdo, pero ver salir a los inamovibles, a los eternos, a los que se escribía su nombre primero en el pizarrón y luego los demás, es en definitiva un momento clave en la historia del equipo. Hace apenas un año el entrenador escribía, "juegan Oswaldo, Juan Pablo, Darwin y Oribe", para enseguida preguntarse, "muy bien, ¿y ahora a quién más pongo?". De la noche a la mañana ninguno de estos cuatro pilares forman parte de la institución.
¿Y se fueron todos los que tenían que irse? ¿La congruencia será pareja o seguirán las actuaciones constantes de jugadores a los cuales solamente el técnico les ve imaginarias cualidades y nadie más en el estadio, afición, periodistas, patrocinadores y despistados ven? El futbol en definitiva da revanchas y segundas oportunidades, ¿pero da tantas? Porque los jugadores que ya sabemos todos van como en su sexto intento de aún no convencer a nadie más que a su entrenador.
La entrega de Izquierdoz en el último partido ante Puebla es lo que todos queremos ver en los demás jugadores. No creo sea mucho pedir si es a eso a lo que se dedican y por lo que se les paga. La indiferencia, displicencia y falta de concentración que tuvo Mauro Cejas en ese mismo partido, no se pueden permitir más. Mauro actuó así porque siempre actuaba así y de todos modos lo seguían metiendo y dando oportunidades, cuando se crea ese antecedente entonces el jugador no valora la oportunidad, el momento ni a la misma camiseta. En el entrenador está transmitir todo eso, porque la afición, que sí sabe y sí cuenta, en definitiva lo exige.
Twitter: @AlexRodriguezSa
